Una guía da las claves para prevenir el suicidio desde el entorno laboral

Hablar de suicidio está dejando de ser un tabú y está pasando a ser una herramienta más de prevención. La sociedad debe tomar conciencia de un mal que cada año causa 720.000 muertes en el mundo (OMS, 2024) y está detrás de 11 fallecimientos diarios en España. Conscientes de la necesidad urgente de implementar estrategias de prevención, Fundación Iturri ha elaborado una «Guía práctica para la prevención y gestión de la conducta suicida en las organizaciones», en la que se ofrecen protocolos para gestionar conductas suicidas en entornos profesionales. Lo ha desarrollado de la mano de Affor Health, Asociación Catalana para la Prevención del Suicidio, Cruz Roja Española y Teléfono de la Esperanza, quienes han unido sus fuerzas para dar respuesta a la ausencia de herramientas que hay a la hora de afrontar un problema de gran calado social como es el suicidio. « Esta guía nace para servir de hoja de ruta en los entornos laborales cuando se detecten casos de conductas suicidas, puesto que pasamos una buena parte de nuestra vida en el trabajo y es fundamental saber actuar en estos casos», comenta Laura Fernández, técnico de salud de Cruz Roja Española. Actualmente son pocas las empresas que apuestan por políticas de prevención y que han desarrollado protocolos de bienestar en cuestiones de salud mental, con lo que la guía elaborada por Fundación Iturri pretende servir de manual que marque las pautas necesarias para detectar y abordar los posibles casos de suicidio . «Todos somos agentes de cambio y tenemos la capacidad de actuar para evitar conductas suicidas en nuestro entorno laboral», indica Laura Fernández. Esta guía pretende ayudar a todos los miembros de la organización, entidad o empresa a reconocer los signos de malestar que pueden indicar un riesgo potencial en algún compañero de trabajo: pensamientos suicidas, amenazas al respecto, autolesiones…. En caso de detectar alguno de estos síntomas, se deben proporcionar estrategias de respuesta rápida y eficaz fomentando una cultura de apoyo y prevención. La guía elaborada por Fundación Iturri ofrece algunos casos concretos que sirven como ejemplo y refuerza la respuesta que precisa la persona con conducta suicida: escucharla activamente y no juzgarla, utilizar con ella un lenguaje claro y directo y evitar frases que minimicen el dolor o invaliden sus sentimientos. Hay que mantener la confidencialidad pero actuar ante riesgos inminentes y fomentar la búsqueda de ayuda profesional. «Lo mejor es sugerirle que acuda al médico de atención primaria y que éste valore su derivación a salud mental», apunta Laura Fernández. Es de vital importancia saber reconocer los signos de alarma y detectar los casos de personas con conductas suicidas. «Nunca se suele deber a un único factor, el suicidio es un fenómeno complejo en el que intervienen varios factores, no se suele producir por un único motivo sino por la interacción de varios», analiza la experta. Desde factores individuales (trastorno mental, enfermedad física, bajo estado de ánimo…) a factores familiares, sociales y laborales (nivel socioeconómico y educativo, familias desestructuradas, aislamiento social, pérdida de empleo, estrés laboral…) y factores concomitantes (violencia, maltrato físico, acoso, discriminación…). Entendiendo que el entorno laboral tiene un papel determinante en la salud mental de las personas, desde la 'Guía práctica para la prevención y gestión de la conducta suicida en las organizaciones' se proponen pautas para velar por el bienestar psicológico de una organización o empresa, evitando situaciones que puedan agravar estos casos: estrés crónico, entornos tóxicos con situaciones de acoso, discriminación o desigualdad e inseguridad en el empleo. Aunque la guía está pensada para todos los rangos y puestos de una empresa, es vital que el personal de recursos humanos y los líderes de equipo estén capacitados para detectar estas señales y poder actuar tomando las medidas adecuadas. La 'Guía práctica para la prevención y gestión de la conducta suicida en las organizaciones' también incluye formas de apoyar y acompañar a los equipos en la gestión de la contingencia o el proceso de duelo, respetando sus tiempos y necesidades emocionales. «Cuando ocurre el suicidio de un compañero de la empresa se produce una situación de una gran complejidad afectiva que precisa apoyo emocional y psicológico. En muchos casos es inevitable que los demás tengan cierto sentimiento de culpa por no haber podido evitarlo», indica la técnico de salud de Cruz Roja. El suicidio en el entorno laboral no solo afecta a quienes han tenido un vínculo con la persona que ha realizado la conducta suicida, sino que, en general, influye en la interacción emocional y en el clima de la organización. Los intentos de suicidio son mucho más frecuentes que los suicidios. Se estima que por cada uno consumado hay otras 20 tentativas. Los registros muestran que en general, en todos los países de la Unión Europea, los varones tienen 4 veces más probabilidades de consumar el suicidio que las mujeres. Sin embargo, el número de intentos es 4 veces mayor en el género femenino. En España, el suicidio representa una de las principales causas de muerte externa. En 2023, y según el Instituto Nacional de Estadística, 4.116 personas murieron por este motivo, lo que implica más de 11 fallecimientos al día. La cifra ha aumentado un 16,3% desde 2018.