No fue por comer: el verdadero motivo por el que el buey de la Mezquita de Córdoba 'reventó'

En Córdoba es habitual escuchar la expresión « vas a reventar como el buey de la Mezquita » cuando alguien come demasiado. Sin embargo, pocos saben que este dicho no tiene nada que ver con la gastronomía, sino con una de las leyendas más curiosas ligadas al monumento más emblemático de la ciudad: la Mezquita-Catedral . La Mezquita de Córdoba, cuya construcción comenzó en el año 784 , es una de las obras más impresionantes de la arquitectura islámica en España. Durante siglos fue ampliada en época del Emirato y del Califato de Córdoba, llegando a convertirse en la segunda mezquita más grande del mundo tras la de La Meca, hasta que fue superada en 1588 por la Mezquita Azul de Estambul. Entre sus arcos, columnas y tesoros arquitectónicos se esconde también un puñado de leyendas populares. Una de las más conocidas es la del buey que reventó , que aún hoy sigue viva en el refranero cordobés. Según cuenta la tradición, un robusto buey blanco fue el encargado de transportar las columnas que sostienen la Mezquita. Tras años de esfuerzo, cuando llegó el momento de colocar la última, el animal cayó exhausto y «reventó» por el cansancio . En homenaje, se levantó una estatua que lo recuerda con gesto agonizante, la boca entreabierta y la huella del esfuerzo grabada en su cuerpo. La historia, sin embargo, es más simbólica que realista: la construcción de la Mezquita se prolongó durante siglos, lo que hace imposible que un único animal hubiera participado en todo el proceso . Pero el mito caló tanto en la cultura popular que se convirtió en una de las narraciones más repetidas por guías turísticos y visitantes. El paso del tiempo hizo que aquella muerte por agotamiento se reinterpretara en clave humorística. Así nació la expresión «reventar como el buey de la Mezquita» , que en Córdoba se usa especialmente después de un buen plato de salmorejo, flamenquines o rabo de toro.