El diminuto Hippocampus bargibanti, descubierto recién en los años sesenta por su habilidad para confundirse con los corales gorgonias, es un prodigio del camuflaje marino. Un reciente estudio reveló los mecanismos genéticos detrás de su mimetismo y mostró cómo sus adaptaciones extremas son, al mismo tiempo, su fortaleza y su vulnerabilidad.