Le prometieron una elevada rentabilidad por su dinero, pero acabó arruinado. El juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante ha cancelado las deudas de un ciudadano que llegó a perder su casa y tuvo que vivir en la calle tras caer en una estafa por internet. Se trata de uno de los últimos ejemplos de la aplicación de la denominada Ley de Segunda Oportunidad, que permite a los particulares librarse de las deudas que arrastre, siempre que haya intentado pagar todo lo que estaba en su mano y haya actuado de buena fe.