En los últimos años, el kéfir ha pasado de ser un alimento casi desconocido a convertirse en un habitual en las neveras de quienes buscan cuidarse. Se trata de un probiótico natural con múltiples beneficios, comparable al yogur. Pero, ¿es realmente tan bueno como dicen? Sobre este tema ha hablado el cardiólogo Aurelio Rojas, un especialista muy seguido en redes sociales, donde acostumbra a dar consejos sobre alimentación y salud cardiovascular. En una de sus últimas publicaciones en Instagram, Rojas analiza los beneficios del kéfir. Lo primero que destaca Rojas es su impacto positivo en la microbiota intestinal. El kéfir, asegura, aporta una gran diversidad de bacterias y levaduras que ayuda a mantener el equilibrio digestivo y a reducir la inflamación. «Sí, mejora la microbiota intestinal y sí, ayuda a reducir la inflamación», resume el cardiólogo. El experto también subraya que refuerza el sistema inmune. Sin embargo, advierte que no todo es favorable: aunque contiene menos lactosa que la leche normal, las personas intolerantes pueden sufrir molestias como gases, diarrea o hinchazón, sobre todo si se toma en exceso. Otro de sus puntos fuertes, asegura, es que favorece la absorción de vitaminas y minerales de otros alimentos. Esto lo convierte en un buen aliado de la dieta diaria y, además, contribuye a controlar el colesterol y la presión arterial. En relación con el peso, Rojas explica que el kéfir puede ayudar a regular el apetito y mejorar el metabolismo. Por ello resulta útil en programas de adelgazamiento. A esto se suma su aporte de proteínas de alta calidad biológica, fáciles de asimilar y de gran valor para la musculatura. Pero sus beneficios no se limitan al cuerpo. El cardiólogo señala que también influye en el estado de ánimo, pues mejora la producción de neurotransmisores como la serotonina, lo que puede reducir la ansiedad, prevenir la depresión y favorecer un descanso de mayor calidad. Otro aspecto interesante es su relación con la piel, pues gracias a su acción antiinflamatoria de la flora intestinal, puede contribuir a reducir el acné y mejorar la apariencia cutánea. Al final de su exposición, Rojas lanza una pregunta: «Entonces, ¿puede el kéfir alargar la vida?». La respuesta, por ahora, no es concluyente. «La ciencia aún no lo ha demostrado, aunque sí apunta a que puede ayudarnos a vivir mejor», explica. En este sentido, el especialista aconseja incorporarlo a la rutina diaria, preferiblemente por la mañana acompañado de frutas ricas en vitamina C, como fresas o kiwi.