La jornada laboral de 37,5 horas semanales tendría un enorme impacto en Alicante. Nada menos que 618.000 trabajadores, un 80 % del total, se beneficiarían de esta medida que, al menos de momento, sigue sin prosperar en el Congreso de los Diputados. El fuerte peso de sectores como el comercio, la hostelería, la industria o la construcción, que todavía no cuentan con esta jornada reducida, harían que la incidencia en la provincia fuese más que destacada. Y es que, hasta el fecha, solo la mayor parte de los funcionarios y los trabajadores que dependen de algunos convenios minoritarios tienen ese tipo de horario o incluso menor.