El veto a Israel de Sánchez deja tocado al lanzacohetes del Ejército que fabrica Escribano en Córdoba

El plan de Pedro Sánchez para presionar Israel en su contienda en Gaza, con el veto a la tecnología israelí para el sector de la Defensa en España, ya tiene su primer impacto sobresaliente en Córdoba donde se estaba fabricando parte del lanzacohetes Silam para el Ejército de Tierra, adjudicado por casi 700 millones de euros a la UTE Escribano & Expal (propiedad de la holandesa Rheinmetall). La Plataforma de Contratación Pública del Estado publicó este martes por la tarde un anuncio de anulación de la adjudicación de dicho contrato en diciembre de 2023 y que supuso la catapulta par que Escribano desembarca en Córdoba adquiriendo una planta en Rabanales 21 donde ya estaba trabajando en este programa militar. No arroja motivo concreto. El proyecto de este 'Himars' ('High Mobility Artillery Rocket System') a la española cuenta con transferencia tecnológica de la empresa israelí Elbit , siendo un camión Iveco la plataforma sobre la que se apoya. Es esa presencia la que ha llevado al Gobierno a anular el contrato sin dar motivo alguno, como se indica en el propio anuncio de anulación al que ha tenido acceso ABC. Contempla un alcance de fuego de 40 a 150 kilómetros con cohetes Accular y Extra, respectivamente, y de 300 con el Predator Hawk. En dicho proyecto, Escribano fabricaba los elementos mecánicos, la hidráulica y la electrónica, así como la integración de sistemas blindados y estaciones de armas. Córdoba es su base , como pudo comprobar la propia ministra de Defensa Margarita Robles en una visita a la planta de Escribano el pasado mes de abril, y donde pudo elogiar tanto el programa del lazacohetes como la llegada de esta empresa a la ciudad. Expal se encargaba de la artillería en base a la experiencia también israelí con los misiles Accular, Extra y Predator Hawk. Este sistema lanzacohetes de alta movilidad se instala en un camión Iveco. ABC ha intentado recoger la versión de Escribano sin éxito. La firma de los hermanos Escribano tenía en cartera invertir más de 20 millones de euros en su base cordobesa para empezar. Este periódico sí ha podido recoger algunas impresiones por fuentes gubernamentales que, de momento, insisten en que el programa Silam continúa , «se trata de la anulación de un anuncio» y emplazan a una interpretación más en detalle de las consecuencias del mismo que, a priori, parece que dejan hundido este macrocontrato. Las fuentes gubernamentales consultadas insisten en que el desarrollo del lanzacohetes podría seguir en las piezas que no tengan tecnología israelí para dejar aplazada la parte que sí corresponde a Elbit y que las empresas (Escribano y Expal) busquen otros proveedores de la misma -Israel es una potencia en este tipo de componentes que suministra ahora-. Sea como fuere el panorama es complejo ya que a efectos legales se anula una adjudicación -como ha adelantado 'Cordópolis'-, decisión que puede tener sus consecuencias para las empresas, y más sin un motivo que conste como definido. Ahora mismo no se sabe si esta decisión conlleva convocar otro concurso , o seguir con la fabricación buscando otra tecnología o volver a sacar el contrato una vez que se haya asegurado un proveedor que no sea de Israel. En abril pasado, la polémica de las balas israelíes de IMI System adquiridas por el Ministerio del Interior (y el propio plan anunciado para llegar al 2% del PIB en gasto defensivo reclamado por la OTAN ) que estuvieron a punto de hacer saltar por los aires el Gobierno de Pedro Sánchez y sus socios de Sumar e Izquierda Unida ya psaron rozando uno de los proyectos tractores de la industria de defensa para Córdoba.