El apoyo a la dependencia crece en la Castilla- La Mancha más rural: «Donde nadie más llega»

«Estoy deseando que pase la semana para venir», confiesa Agustina Alonso, vecina de 81 años de Mestanza, un municipio de apenas 600 habitantes en Ciudad Real, y usuaria del programa SEPAP MejoraT, «porque como estoy sola y encima no veo , ese día me viene bien». Su testimonio ilustra la realidad de miles de personas mayores que cada día encuentran un modelo de atención a la dependencia que combina calidad, innovación y un profundo compromiso social. Incluso en los municipios más pequeños y remotos. La atención a la dependencia es una prioridad clara de la Junta de Castilla-La Mancha, que presume de cumplir más del 80 % de sus compromisos en este ámbito tras superar la primera parte de la legislatura. El programa SEPAP MejoraT (Servicios de Promoción de la Autonomía Personal) del que disfrutan en el centro de día de Mestanza se dirige a mayores que requieren apoyo terapéutico para mantener su funcionalidad en el hogar, con especial foco en entornos rurales . En 2025, cuenta con una inversión de 7,3 millones de euros y prevé superar las 5.600 plazas en más de 380 municipios. «El SEPAP-MejoraT es una actividad de promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia que va dirigida a personas con grados I y II», explica a ABC Javier Pérez, viceconsejero de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia. «Se trata de un proyecto innovador en España que ha recibido el reconocimiento como mejor iniciativa pública en el conjunto del Estado y que cuenta con equipos profesionales multidisciplinares que ofrecen fisioterapia, terapia ocupacional, estimulación cognitiva, logopedia y apoyo psicológico para fomentar la autonomía y mejorar la calidad de vida de quienes participan». Carmen Cifuentes, coordinadora de la Asociación Lantana, que participa en el proyecto, subraya que «en los entornos rurales, personas con los mismos derechos, que pagan los mismos impuestos que las que nos encontramos en grandes urbes, no tienen los mismos servicios». La asociación atiende a municipios como Cabezarrubias del Puerto, Mestanza y Brazatortas, entre otros, y busca llegar «donde nadie más llega». «Este programa está implantado en más de 380 municipios de Castilla-La Mancha en este año y contribuye, sin duda alguna y de forma gratuita, a prevenir el avance de la dependencia, a mantener hábitos de vida saludables y a garantizar una atención integral gratuita , gracias a la inversión pública del Gobierno regional y la colaboración, esencial, con las entidades sociales», subraya Pérez. El programa, que ha sido reconocido como la mejor iniciativa pública en dependencia, ofrece servicios en modalidad urbana e itinerante. Desde 2022, un 30 % del presupuesto se reserva para zonas escasamente pobladas o en riesgo de despoblación, cumpliendo con los objetivos de la Ley frente a la Despoblación. Según datos del Observatorio Estatal, Castilla-La Mancha cuenta con el sistema de dependencia mejor valorado entre todas las comunidades autónomas, con una puntuación actual de 8,3, muy superior al 4,6 que tenía durante la legislatura anterior. Esto, a pesar de asumir la presión asistencial de comunidades vecinas. Desde la puesta en marcha de la ley, cerca de 5.000 dependientes de la Comunidad de Madrid se han trasladado a Castilla-La Mancha . Tomando datos de los primeros meses de 2025, por cada persona que se traslada de Castilla-La Mancha a Madrid (76), hubo tres que tomaron el camino inverso (205). En este momento, 80.000 familias se benefician diariamente del sistema de dependencia en Castilla-La Mancha. De las 112.000 prestaciones y servicios que se ofrecen actualmente, más de 63.000 (el 58 %) se han puesto en marcha desde 2015. Además, el sector de dependencia y servicios sociales en la región da empleo a 26.387 personas , de las cuales tres de cada cuatro cuentan con contratos indefinidos, fruto de la apuesta por la estabilidad laboral. El presupuesto para dependencia se ha incrementado en un 74 % desde 2015, alcanzando los 648 millones de euros en 2025. Otro aspecto destacado es la gestión: los expedientes de dependencia en Castilla-La Mancha se resuelven en un plazo medio de 174 días , cumpliendo el tiempo legal y muy por debajo de la media nacional, que en junio de 2025 era de 343 días. El servicio de teleasistencia se ha consolidado como un referente. Castilla-La Mancha atendió a 83.034 personas usuarias al cierre de 2024, lo que representa 4.500 nuevos beneficiarios. La región es la comunidad autónoma con mayor índice de cobertura en teleasistencia y destaca por su apuesta por la digitalización, con un 98 % de los terminales instalados ya en formato digital. La cobertura municipal es prácticamente total en tres de las cinco provincias: Albacete, Ciudad Real y Toledo (100 %), y muy elevada en Cuenca (94 %) y Guadalajara (80 %). En 2024 se instalaron 61.849 terminales, frente a los 55.315 del año anterior, y se añadieron más de 4.000 dispositivos de seguridad, siendo los detectores de fuego y humo los más frecuentes . El Centro de Atención de Teleasistencia gestionó más de dos millones de llamadas en 2024, de las cuales 28.407 fueron por emergencias, y se movilizaron recursos en 13.984 ocasiones, principalmente a través del 112. Además, el equipo de coordinación de zona realizó 28.196 visitas domiciliarias, y el equipo técnico hizo otras 46.491. El servicio ha puesto especial atención en la accesibilidad , con 1.696 adaptaciones realizadas en 2024, que incluyen desde texto a voz y braille hasta ajustes en volumen y lenguaje comprensible, beneficiando a casi el 6 % de las personas usuarias. Un salto cualitativo importante es la teleasistencia avanzada, que incorpora tecnologías como geolocalización, detección de caídas, fuego y gas, además de herramientas de inteligencia artificial. A marzo de 2024, había 4.128 dispositivos avanzados, con previsión de llegar a casi 10.000 en 2028. Además, se lanzan programas innovadores como el telecuidado proactivo —un piloto con 500 personas usuarias que usan la televisión, tablet o móvil como herramienta para videollamadas y actividades de estimulación— y un programa de detección de riesgos por alteración de hábitos en el domicilio con 1.000 personas. Cristina Salazar, psicóloga del programa SEPAP y también presente en Mestanza, explica que al inicio muchos usuarios llegan reticentes porque no saben cómo funciona el servicio, pero «a medida que van avanzando las sesiones se muestran más participativos, tienen más relaciones sociales y cambian bastante». Además, «les sube la autoestima y comentan que es un espacio seguro donde se pueden expresar libremente. Están acompañados y se reduce mucho el sentimiento de soledad». La psicóloga también alerta sobre el síndrome del cuidador , una carga mental y emocional que afecta a quienes dedican su tiempo al cuidado de familiares dependientes, muchas veces a costa de su propio bienestar. Alonso comparte su impresión: «Somos una familia. Nos reímos, preguntamos y nos preguntan de todo». Y añade sobre las actividades del programa: « Hacemos de todo: bingo, bolos, murales de carnaval … aquí se aprende mucho». Adriana Fernández, vecina del pueblo y también usuaria, destaca la importancia social del programa: «La soledad es muy mala y aquí estamos un rato acompañadas». Su recomendación es clara: «Que vinieran aquí, lo pasamos bien, pero la gente no se anima mucho». Salazar concluye con un mensaje que invita a la reflexión: «Tenemos que ser conscientes de la importancia de cuidar a nuestros mayores. Son una generación que ha pasado por situaciones muy complicadas, que sacó adelante a sus familias sin apenas medios y merece nuestra atención. Les debemos escuchar, hacer que se sientan comprendidos y que no estén solos». Así, Castilla-La Mancha no solo cumple la ley, sino que avanza hacia un modelo de dependencia que integra innovación tecnológica, estabilidad laboral y un compromiso humano profundo, con especial atención a los territorios rurales y la calidad de vida de las personas mayores.