De 'unicornio' a echar a la mayoría de la plantilla: la agonía de Devo, la perla de la ciberseguridad española

La compañía, que llegó a ser una de las startups más valoradas de España, reduce al mínimo su presencia en el país comandada por los fondos de capital riesgo Así es como el ego traicionó al hacker que creó una IA para cometer delitos que triunfaba en España Era la perla de la ciberseguridad española. Al menos, así lo creían los fondos de inversión que elevaron su valoración hasta los 1.900 millones de euros en 2022. Un año antes, Devo ya se había convertido en el primer “unicornio” español de la ciberseguridad, una clasificación reservada para las startups que logran valer más de 1.000 millones. Parecía destinada a convertirse en un puntal de la industria tecnológica española en una de las especialidades donde el panorama nacional acumula más talento, pero fue un espejismo: tres años después, Devo tiene serios problemas para consolidar su negocio y acaba de desmantelar gran parte de su infraestructura en España. El recorte ha afectado a 85 empleados de los 135 que aún permanecían en su delegación española, según ha podido saber elDiario.es. La empresa, que trasladó hace años su sede a EEUU para volcarse en ese mercado, se ha negado a dar cifras oficiales y no ha respondido a ninguno de los requerimientos de información de este medio. En su comunicación a los trabajadores, la dirección ha argumentado que la paciencia de los fondos se agota debido a la falta de beneficios y la pérdida de clientes. El movimiento confirma el desarraigo definitivo de Devo del país que la vio nacer, desde donde consiguió atraer el interés internacional gracias a su plataforma de gestión de ciberseguridad en la nube. Su tecnología actúa como una torre de control digital que vigila todo lo que ocurre en los sistemas de una organización: desde ordenadores y móviles hasta redes internas o aplicaciones. Con ello permite anticipar ciberataques y descartar falsos positivos, es decir, alertas de seguridad que generan ruido y consumen recursos de manera innecesaria. “Se hizo muy famosa porque fue capaz de quitarle clientes muy importantes a las empresas referentes del sector con productos similares. Esto era gracias a que el motor de datos que utilizaban, que fue desarrollado internamente, hacía que la ingesta de información y la consulta en tiempo real fuera muy, muy rápida”, explica a elDiario.es un extrabajador de Devo que pide no ser identificado. Entre esos clientes estaba incluso la Fuerza Aérea de EEUU, que le adjudicó un contrato en 2019. También la Liga Nacional de Hockey estadounidense y grandes empresas como Telefónica o CaixaBank. El capital riesgo y la salida del equipo fundador Esos éxitos fueron los que atrajeron la atención de los grandes fondos. Devo se convirtió en unicornio en octubre de 2021 tras una ronda Serie E de 250 millones de dólares liderada por TCV e Insight Partners, dos de los fondos de capital riesgo más activos a nivel global, conocidos por apostar por empresas tecnológicas en crecimiento y escalables, que la situó en torno a los 1.500 millones de valoración. Apenas un año después, la cifra se infló hasta los 2.000 millones. Entonces la compañía estaba en su apogeo y llegó a figurar en informes internacionales de referencia como Gartner o IDC , que la situaban entre los actores con más proyección en ciberseguridad a nivel mundial. Pero el capital riesgo llegó con condiciones e impuso cambio. Incluso para el propio Pedro Castillo, fundador de Devo y hasta entonces director ejecutivo, que ese mismo 2021 pasó a ocuparse solo de la división de tecnología. El año siguiente, Castillo salió definitivamente de la dirección de la empresa que había creado 11 años antes. “Devo se ha convertido en una empresa de más de 500 personas, con una tecnología inigualable, un equipo humano de primer nivel (profesional y personalmente), un negocio que va viento en popa, donde vamos duplicando el negocio año tras año, y con una valoración de 2.000 millones de dólares que es consecuencia de todo lo anterior”, afirmó en su despedida. El fundador de Devo salió de la empresa para fundar una nueva, Onum, enfocada a un área de negocio similar a su antecesora. Buena parte del equipo fundador de la compañía dejó Devo junto a Castillo o en los meses siguientes. Una parte lo siguió a Onum, con el resto emigrando a otras empresas del sector. Mientras, la nueva dirección, encabezada por fichajes internacionales como el exjefe del equipo de seguridad de IBM, se disponía a cambiar el rumbo de la empresa. Según las fuentes consultadas, este fue uno de los puntos de inflexión en la trayectoria de Devo. “La empresa hasta ese momento funcionaba bastante bien. Pero entonces empezaron a contratar a mucha gente en Estados Unidos. Llegaban cobrando mucho dinero y, desde mi punto de vista, no tenían el nivel ni el conocimiento suficiente de la materia. El resultado fue que se quemó muchísimo dinero de manera totalmente innecesaria”, expone el citado exempleado, que abandonó Devo en aquellas fechas. “Los clientes buscaban estabilidad y rapidez, pero los americanos querían introducir cosas nuevas simplemente porque era la moda en el marketing de aquel momento. En vez de arreglar las ineficiencias del producto, intentaron introducir cosas con calzador, creando un Frankenstein y generando mucha ficción alrededor de la plataforma”, continúa. Como ejemplo, pone las dos adquisiciones de empresas que Devo llevó a cabo durante aquellos meses, LogicHub y Kognos, cuyo precio de venta no fue revelado. “No aportaron nada a lo que ya se estaba haciendo”. Antes de terminar el año 2022, Devo ya estaba llevando a cabo despidos. El primero afectó al 15% de la plantilla. “Fueron los trabajadores españoles los que pagaron esta mala gestión”, afea este exempleado. Un proceso que, al contrario de los focos que atrajo su ascenso a unicornio, la empresa llevó a cabo en silencio. Despidos en España, contrataciones en India y EEUU Poco a poco, Devo fue disminuyendo su plantilla y perdiendo relevancia en el sector. Tres años después de acaparar titulares por su valoración de unicornio, se ha convertido en la gran olvidada de la ciberseguridad española. Varias fuentes especializadas consultas por elDiario.es exponen que su impacto e influencia son mínimos. “Ser un unicornio solo indica que hay mucha gente dispuesta e invertir en ti, no que tengas un modelo sostenible. Muchas veces son empresas con lacitos preparadas para ser vendidas, no con la idea de que duren 100 años”, dice uno de ellos. Finalmente, la empresa declaró su intención de llevar a cabo un ERE en julio. De los más de 300 trabajadores que había llegado a tener en España, solo quedaban 135. Tras el recorte, han sobrevivido 50. “Se ha quedado la gente con un conocimiento clave de la plataforma. No sabemos si para mantener parte del servicio que se daba desde aquí o para ser liquidadores de lo demás”, explica uno de los afectados por el ERE a elDiario.es, que también pide que no se revele su nombre en esta información. Este exempleado apunta que el movimiento ha sido “una sorpresa para todos, y especialmente para la gente que es fundadora de esto y que llevaba aquí 14 años. Hay que tener en cuenta que Devo nació aquí y una de las cosas que nosotros teníamos en la cabeza es que era imposible que liquidaran la delegación de Madrid, pese a que la sede central esté en Boston y que hubiera algún rumor de que podía pasar. Pensábamos que la compañía iba a caerse sin nosotros”, revela. Devo nació aquí y una de las cosas que nosotros teníamos en la cabeza es que era imposible que liquidaran la delegación de Madrid Exempleado de Devo Según informan fuentes internas de la compañía, en los últimos meses esta había perdido clientes importantes, como Nike, que se llevó consigo una parte sustancial de la facturación anual. Sin embargo, los trabajadores sospechan que el ERE obedece a la intención de sacar los equipos de ingeniería de España y cortar definitivamente los vínculos de Devo con el país, y no tanto a una reducción de los beneficios. Meses antes de los despidos, el que fuera primer unicornio español de la ciberseguridad empezó a dar más soporte al equipo que tenía en la India (consecuencia de la compra de LogicHub). Esto le permitió crecer en influencia y capacidad de decisión. “Poco a poco se fueron haciendo con las riendas de ciertos procesos. Cuando vieron que más o menos podían tirar ellos, han decidido cortar por aquí”, opina este exempleado, refiriéndose a la sucursal de Madrid que un día fue el pilar de la compañía. En este momento, Devo tiene puestos abiertos tanto en EEUU como en la India, tal y como aparece en su perfil oficial de LinkedIn . Todas las vacantes en el país asiático corresponden a puestos de ingeniería. Mientras el antiguo unicornio español corta sus lazos con su país de origen, Pedro Castillo, su fundador original, acaba de vender Onum, la empresa que creó en 2023. El comprador es Crowdstrike, uno de los gigantes del sector de la ciberseguridad, y el precio acordado se acerca a los 250 millones de euros. Castillo también ha rechazado el ofrecimiento de elDiario.es de participar en esta información alegando que no quiere interferir en los procesos internos de su antigua empresa.