Ayuso transforma su discurso ultra en políticas y empieza a contabilizar al no nacido en la unidad familiar

"Los niños no nacidos contarán desde el primer momento para la unidad familiar para la Comunidad de Madrid. Por la vida . Porque hay que ayudar a sus padres con las matrículas, el transporte y su organización familiar". Con estas palabras anunció este miércoles la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso , la medida que impulsará su Gobierno. Es en realidad un paso más en una hoja de ruta por la que la líder regional avanza decididamente: la de hacer efectivo el discurso ultra contrario a los derechos de las mujeres, específicamente el de la libre interrupción del embarazo. Porque lo que la conservadora apuntala con esta medida es una idea clara: la del aborto como un crimen contra la vida . Santiago Rivero, diputado del PSOE en la Asamblea de Madrid, lo explicaba así en redes sociales: "Esto es solo guerra cultural, volver al debate de los años 80 de la derecha más rancia , que es lo que representan". Su compañera de filas Lorena Morales enfatizaba, además, en la incoherencia de sacar adelante una medida de estas características en un contexto de precariedad estructural que pesa sobre las familias trabajadoras: "Madrid es la región con más desigualdad salarial . Con la pobreza disparada. 140.000 niños en carencia material severa. Pero las ayudas para los fetos. Ayuso con tal de adelantar a Vox pisotea a las mujeres. Y abandona a la infancia cuando nacen. Hipócrita", expresaba la parlamentaria. En la misma línea se manifestaba Manuela Bergerot (Más Madrid): "Con lo que no va a ayudar Ayuso es con que se pueda independizar antes de los 40 años". La ayuda se encuentra enmarcada dentro de la Estrategia de protección a la maternidad y paternidad y de fomento de la natalidad y la conciliación 2022/26 de la Comunidad de Madrid. Con ella se "pretende garantizar una protección específica en beneficio de las familias ", detalla el Gobierno autonómico. El Ejecutivo prevé aprobar el anteproyecto de ley "en los próximos meses", convirtiéndose, presume su equipo, en la primera comunidad en "dar este reconocimiento a todas las familias". La norma se aplicará "desde que se acredite el embarazo", por lo que el reconocimiento se producirá en el momento en que exista latido fetal , tal y como ha explicado en una entrevista la propia Díaz Ayuso. Con la medida, la presidenta de la Comunidad de Madrid pasa de las palabras a los hechos. Porque el viraje hacia posiciones ultras en lo que respecta a la familia, la maternidad y los derechos reproductivos era ya una constante, pero la líder regional trasciende ahora lo simbólico para convertirlo en políticas públicas . El anuncio llega seis años después de que la conservadora lo introdujera en el debate, en abril de 2019. En aquel momento ya se refería al aborto como "apología de la muerte". La extrema derecha acababa de irrumpir en las instituciones por la puerta de Andalucía y el partido ultra hizo enseguida de la defensa de la familia tradicional —es decir: patriarcal, conservadora y ultracatólica— una de sus señas de identidad . Así que el Partido Popular se puso alerta y decidió recuperar un discurso que parecía haber arrinconado. A partir de entonces, pasarían a ocupar titulares medidas como el "protocolo provida" y el intento frustrado de imponer la escucha del latido fetal en Castilla y León, o las ayudas directas a las organizaciones antiabortistas en suelo andaluz. En ese contexto se enmarca la propuesta de Isabel Díaz Ayuso, que en realidad tiene un precedente claro. Fue en la Comunitat Valenciana, en el año 2009, donde el entonces presidente, Francisco Camps , decidió dar respuesta a la reforma legislativa del aborto que ultimaba el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Lo hizo con una iniciativa casi idéntica a la anunciada ahora: reconociendo los fetos como hijos a la hora de conseguir plaza en guarderías, colegios e institutos financiados con fondos públicos. También para acreditar la condición de familia numerosa. La norma fue recurrida, pero pasó el aval del Tribunal Constitucional en 2016. Hoy, ya no existe: hace ocho años, el pleno de las Corts Valencianas decidió derogarla . Los parlamentarios consideraron entonces que suponía una "discriminación" y una "tutorización" de las mujeres . La ofensiva conservadora iniciada hace más de una década se enmarcaba en un contexto muy concreto: la mencionada ley que confeccionó Bibiana Aído en 2010. El Partido Popular se propuso confrontarla y así lo intentó cuando llegó al poder. Pero se topó de frente con el movimiento feminista . Se hicieron llamar el Tren de la Libertad y salieron masivamente a las calles para defender el derecho a un aborto libre y accesible para todas las mujeres. Decenas de miles de feministas se manifestaron en 2014 para pedir la retirada del anteproyecto de ley con el que Mariano Rajoy quería modificar la regulación de la interrupción voluntaria del embarazo y también la dimisión del entonces ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón . Consiguieron ambas demandas. Fue un punto de inflexión. Los conservadores parecieron resignarse y abandonaron, al menos de forma activa y explícita, el combate. Pero el contexto ha cambiado radicalmente en los últimos años. No sólo con la entrada de la extrema derecha en las instituciones, sino también con el auge reaccionario que se hace fuerte a nivel internacional. Y Ayuso no ha dudado en sumarse a la ofensiva. "No sé si es un derecho", aseguró sobre el aborto hace ahora dos años. Alrededor de las mismas fechas llegó a aseverar que "no nos ponemos en la piel de personas que no llegan a nacer". El año pasado, la dirigente autonómica reiteró en el Parlamento Europeo su defensa de "la libertad y la vida". Lo hizo ante una iniciativa para reconocer el aborto como derecho fundamental . Y hace apenas unos meses, volvió a dejar clara su posición: "No puede ser un derecho, es acabar con la vida de un ser humano ", subrayó en una entrevista. Al anuncio de Isabel Díaz Ayuso en redes sociales este miércoles, le sigue una respuesta agradecida: la de Ignacio Arsuaga , fundador de la ultracatólica Hazte Oír . "Gracias, Presidenta. Es un primer paso para el reconocimiento de todos los derechos de los niños que todavía no han nacido (sobre todos, el derecho a la vida)", escribe.