Autocrítica

Es la palabra clave de los políticos cuando las cosas se ponen feas, pero nada más enunciarla arremeten contra el adversario con virulencia barriobajera, así que los ciudadanos nos quedamos con las ganas de saber en qué reconocen que ellos, no los otros, se han equivocado y, por lo tanto, en qué consiste lo que harán en el futuro una vez visto el error.