El Tribunal Supremo afronta un hito inédito: por primera vez en democracia, un fiscal general del Estado en ejercicio comparecerá como acusado ante la Sala de lo Penal. Álvaro García Ortiz, actual titular de la Fiscalía General, será juzgado por un presunto delito de revelación de secretos a raíz de la difusión a la prensa de un correo interno de febrero de 2024 relacionado con las diligencias abiertas contra el empresario Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso. La hipótesis acusatoria sostiene que aquella comunicación se facilitó a medios —se señaló en su día a la SER— para "ganar el relato" frente a informaciones periodísticas en curso. El instructor, Ángel Hurtado, dictó auto de procesamiento el 9 de junio e impuso a García Ortiz una fianza de 150.000 euros para cubrir eventuales responsabilidades civiles. La causa analiza si, además de revelación de secretos, concurrieron delitos conexos como prevaricación o violación de custodia de documentos. En caso de condena, las penas podrían alcanzar seis años de prisión y doce de inhabilitación, aunque García Ortiz ha defendido públicamente su inocencia y el ajuste a la legalidad de sus actuaciones. La Sala de lo Penal ha configurado un tribunal de siete magistrados que presidirá el nuevo titular de la propia Sala, Andrés Martínez Arrieta. La composición, de perfil mayoritariamente conservador, incluye a Manuel Marchena, Juan Ramón Berdugo, Antonio del Moral, Carmen Lamela y Susana Polo, cinco magistrados que ya participaron en la admisión de la causa en octubre de 2024. Conforme a las normas de reparto, completan el tribunal Ana Ferrer —la magistrada más veterana disponible— y el propio Martínez Arrieta, quien accedió a la presidencia con el respaldo del bloque conservador del CGPJ. A continuación, repasamos el perfil de cada uno de estos siete jueces. Manuel Marchena Manuel Marchena (66 años) es uno de los nombres más reconocibles del Supremo. Fiscal de carrera, llegó al Alto Tribunal en 2007, en un CGPJ con mayoría forjada durante los gobiernos de José María Aznar. Presidió la Sala Segunda durante una década y dirigió procedimientos de enorme visibilidad, entre ellos el juicio del 'procés' (2019). No milita en asociaciones judiciales, pero su ubicación en el ala conservadora se ha dado por asumida durante años, hasta el punto de que el PP lo promovió en 2013 para presidir el CGPJ —una operación que naufragó— y volvió a pactarlo con el PSOE en 2018. Aquel acuerdo saltó por los aires tras el célebre WhatsApp del entonces portavoz popular en el Senado, Ignacio Cosidó, jactándose de que con Marchena al frente "el PP controlaría por detrás la Sala Segunda". Marchena renunció, alegando defensa de la imagen de independencia del Supremo. Su ascendencia en la Sala de lo Penal ha sido y sigue siendo notable. Además del 'procés', ha intervenido en piezas clave de Gürtel y en causas de fuerte impacto institucional. Críticas y elogios le han llegado a partes iguales por decisiones controvertidas y por su perfil de magistrado meticuloso y poco dado a...