Interior, Ayuso y Almeida preparan un fortín policial para reprimir las protestas contra Israel en La Vuelta

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, después de negar el genocidio y posicionarse públicamente del lado del Estado criminal de Israel, han retado a la sociedad civil con una amenaza de "represión" contra toda persona que se atreva a denunciar durante La Vuelta ciclista, a su paso por la capital, el genocidio que está perpetrando el país sionista en Palestina. Ambos han pedido refuerzo policial al Ministerio del Interior y la cartera pilotada por Fernando Grande-Marlaska ha respondido al llamado con un despliegue adicional nunca visto. El dispositivo sumará en torno a 1.100 policías y 400 guardias civiles a los agentes que ya acompañan diariamente a los corredores y será el más grande de la historia de este evento deportivo. La decisión ha sido tomada por la Delegación de Gobierno de Madrid, bajo mando de Francisco Martín, con la pretensión de "dar una respuesta suficiente que garantice que los eventos puedan desarrollarse con la mayor normalidad posible, que el evento deportivo se complete y que los ciudadanos puedan disfrutar de ellos en condiciones de seguridad". Sin embargo, en vez de dar seguridad, este anuncio ha sido entendido como una provocación en algunos sectores, dado que llega después de que Almeida pidiese represión. Concretamente, el alcalde llamó a que, ante cualquier corte de carretera o protesta que moleste a la organización protectora y promotora del equipo sionista Israel-Premier Tech, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado intentaran "reprimirlos de la forma más rápida posible, evitando que de cualquier manera se pueda poner en riesgo la integridad física de las personas que forman parte de La Vuelta, pero también de todos los espectadores". A la leña al fuego arrojada por Almeida se suman las palabras de la baronesa afincada en la Puerta del Sol, que ha llegado a considerar las protestas "atentados contra deportistas israelís", considerándolas "antisemitas" y equiparándolas a los asesinatos de las "olimpiadas de Múnich", delirio que le ha llevado a meter a la mujer del presidente, Begoña Gómez, en la ecuación. Sin embargo, Israel es "una democracia liberal" para la presidenta autonómica, que ha estrechado las manos manchadas de sangre de todo alto cargo israelí que se ha encontrado desde hace varios años. La sociedad no se arruga El posicionamiento de los cabecillas del Partido Popular (PP) no sorprende después de escuchar a Almeida negando que sea un genocidio el exterminio y asesinato selectivo de más de 63.000 inocentes, un tercio de ellos niños, o a Ayuso comportándose directamente como un altavoz propagandista del sionismo. Igual que tampoco lo hace el anuncio de que el dispositivo policial, como siempre que se aproxima una gran manifestación, será de una magnitud disparatada y contemplará medidas de contención poco delicadas con aquellos que piden que se dejen de asesinar niños. Sin embargo, lejos de conseguir su objetivo de amedrentar a los colectivos sociales, las autoridades madrileñas se encontrarán con una respuesta rotunda y unitaria que podrán contemplar el sábado y el...