El Palacio de Congresos de Murcia vivió un pregón taurino sin precedentes con la voz de Andrés Roca Rey, máxima figura del toreo, que ofreció un discurso profundo y conmovedor en el que reivindicó la tauromaquia como cultura y compartió vivencias personales que emocionaron al auditorio. Presentado por el periodista José Francisco Bayona, que ensalzó su carisma y capacidad para atraer nuevos aficionados, Roca Rey sorprendió por su preparación y por la manera de vincular la historia de Murcia con su tierra natal, el Perú: “Esa antigüedad es un hilo invisible que une a Murcia con la plaza de Acho”, subrayó. El torero recordó a su admirado José Tomás con una frase que arrancó aplausos: “El toreo se mide en lo que entregas, no en lo que conservas”, y confesó el momento crítico que atravesó en 2023, cuando llegó a Murcia con miedo y sin ilusión. Allí, gracias a un toro de Victoriano del Río, recobró la confianza: “Cuando tengo dudas, me pongo delante de la cabeza de ese toro y me recuerda que siempre se puede volver a empezar”. En un tono confesional, estremeció con reflexiones como: “¿Qué es torear? Torear es sufrir… y después volver a renacer”, o “En diez minutos delante del toro, un torero expone lo que la humanidad lleva siglos preguntándose: ¿qué sentido tiene darlo todo por algo que no se puede tocar?”. El peruano cerró su intervención reivindicando con firmeza la Fiesta: “El toreo no es un espectáculo cualquiera: es un ritual, es memoria, es arte, es símbolo. Nadie desde un despacho podrá privarnos de nuestra cultura”. El presidente del Real Club Taurino de Murcia, Alfonso Avilés, agradeció su implicación, mientras que el presidente regional, Fernando López Miras, elogió su autenticidad y capacidad de emocionar: “Lo que ha hecho hoy es algo muy difícil y muy pocos consiguen: emocionarnos de verdad”. La velada se cerró con la música de Sine Tempore, que interpretó una pieza de Chaikovski, y con un público en pie que ovacionó largamente al torero limeño.