La madre de un niño con espectro autista denuncia que el cambio anual de profesor: "Rompe el vínculo, afecta a su desarrollo cognitivo y es volver a empezar de nuevo"

Frustración, cansancio, indignación, así suena la voz en Herrera en COPE Gran Canaria con Javier Benítez, de Ana Vos, una madre con un hijo de 17 años con síndrome autista que denuncia las carencias del sistema educativo en canarias, concretamente la falta de continuidad docente para los alumnos con Necesidades Educativas de apoyo Especial (ENAE). La madre relató que durante los tres primeros años en infantil, su hijo sí contó con la misma tutora, lo que le permitió consolidar rutinas y afianzar un proceso estable de aprendizaje. Sin embargo, la situación cambió radicalmente en el paso al aula Enclave. Allí permaneció durante ocho años y en cada curso tuvo un profesor diferente. “Ahora que ha pasado a un centro de educación especial, nos encontramos otra vez con un nuevo camino”, lamenta. Vos explica que esta inestabilidad no es un mero detalle administrativo, sino un factor que impacta directamente en el desarrollo emocional y educativo de los alumnos con autismo: “como madre, entiendo que no se están haciendo bien en consolidar las rutinas de los hijos con ENAE, porque cada curso es convierte en un volver a empezar continuo y no hay un progreso en el proyecto. “Esto nos genera una ansiedad permanente”, aseguró. La madre recordó que, junto a otras familias, presentó escritos a la Consejería de Educación exponiendo la problemática. Sin embargo, hasta la fecha, no han recibido respuesta clara: “fue un escrito conjunto de varias madres, pero no hubo respuesta alguna”, afirma con indignación. La incertidumbre no solo está en los cambios de profesorado, sino también en los criterios de adjudicación de plazas: “Este año han ocurrido cosas extrañas: hay gente con una puntuación elevada que no ha conseguido la plaza requerida, mientras otros, con menos puntuación, sí la obtuvieron. No entiendo el criterio de la Consejería”, aunque no se atreve a profundizar en este asunto. Eva explica que su hijo sí percibe los cambios de docentes, aunque se haya visto forzado a acostumbrarse: “en este nivel educativo, la relación entre profesor y alumno se vuelve familiar. Tienes que contarle al docente el contexto del niño, su historia, cómo abordarlo... Esto genera un vínculo, no solo con el profesor, sino también con el equipo auxiliar. “Romperlo cada año es volver a empezar desde cero”, sostiene. La madre destaca, no obstante, un aspecto positivo. David mantiene siempre a los mismos compañeros, lo que le da una base de seguridad y pertenencia: “Eso sí que es muy positivo para él”, reconoce. Más allá de su caso personal, Vos se ha convertido en una voz crítica en redes sociales, donde alerta sobre las deficiencias estructurales en la atención de los alumnos con ENAE. “Este es un tema puro y exclusivamente de recursos. Tenemos muchas carencias porque los criterios de escolarización no se cumplen. Necesitamos otras figuras educativas como psicólogos, terapeutas, más horas de fisioterapia y terapia ocupacional. Hace falta una intervención más directa y una batería de recursos reales:, señala. La madre también denuncia la tendencia a las privatizaciones y la falta de garantías en los centros públicos: Yo envío a mi hijo a un colegio público y no consigo, bajo ningún concepto, que la educación de mi hijo sea con base en la igualdad de derechos. Al contrario, muchas veces vimos abusos y anulaciones por parte de docentes y otros profesionales, asegura. Con mucha tristeza, Eva Vos cierra su testimonio recordando que su hijo “es un alumno ENAE, con necesidades especiales, y lo mínimo que merece es un sistema educativo que le ofrezca continuidad, estabilidad y dignidad”.