Si Sevilla fuera una moneda su cara sería la Giralda. Torre de torres en la capital, su Giraldillo es testigo privilegiado de más de ocho siglos y medio de historia, y ahora los amantes de la mejor obra almohade de la historia según expertos tendrán la oportunidad de poder recorrer de la mano de profesionales a nivel internacional un paseo por el complejo proceso de restauración por las cuatro caras de la Giralda almohade con el simposio 'Tvrris Fortissima' , que se celebrará en la Catedral los días 19, 20 y 21 de noviembre. Este jueves ha tenido lugar en la Sala San Clemente del Sagrario de la seo hispalense el acto de presentación de estas jornadas en las que a través del Cabildo Metropolitano se ha buscado crear un diálogo interdisciplinar entre tres voces que marcan el devenir de quienes abordarán todos los detalles de esta restauración iniciada en 2015, y que diez años después sigue manteniendo su deseo de seguir siendo cuidada y vigilada. Intervinieron tanto don Marcelino Manzano como canónigo portavoz del Cabildo; Manuel Sánchez como canónigo y profesor de filosofía y director de la cátedra 'Magna hispalenses' y Eduardo Martínez , el arquitecto responsable de la restauración de la Giralda. Manuel Sánchez apuntó que «el Cabildo Catedral quiere ir más allá de la visión turística, que permite que hasta tres millones de euros hayan sido invertidos hasta ahora en esta cuestión, todos ellos sufragados por las visitas. «Ahora sale a la luz un aspecto científico , ya que todo lo que se hace en la Catedral tiene su repercusión. La piedra recupera su vida y el edificio se convierte en un edificio sonoro y de proyección científica, de ahí que se dé esa doble búsqueda. No es sólo un espacio de presentación, estamos hablando de la Giralda, punto de encuentro entre culturas, un signo de paz sin conflictos en medio de un mundo tan en discordia. El simposio está impulsado por Francisco Román , delegado de Patrimonio de la Catedral, y los arquitectos que veían cómo utilizar la restauración de la Giralda», agregaba. Tomó la palabra Eduardo Martínez, qué proyectó un vídeo en el que fueron apareciendo los nombres de los ponentes que van a participar en dicho evento, entre los que se encuentran historiadores del arte, arqueólogos, arquitectos y especialistas en bellas artes y en conservación del patrimonio. En su turno de intervención, Martínez manifestó que fue en 2015 cuando nació la inquietud de hacer «un trabajo distinto con la Giralda por su singularidad como símbolo universal. Se creó un comité de expertos , y se ha venido trabajando no sólo desde la iniciativa de hacer una restauración de lo más extraordinaria posible», incidía. La ambición de dichos profesionales pasaba y pasa por documentar y restaurar y comunicar, algo que le ha valido para ser premiados por su desempeño. Tras la restauración de todas las caras la misión ahora consiste poner la información « a disposición de los grandes expertos para que puedan estar interesados en ella. Se han juntado una serie de ponentes que pueden aportar, a pesar de que la Giralda tiene un recorrido. Para ello se ha habilitado una web (https://turrisfortissima.vercel.app) y en la misma se desarrolla el criterio de grandes conocedores que pueden aportar mucho», establecía. El especialista en conservación vaticina que la Giralda tiene aún «mucho que decir» , porque «estamos todos los días encontrando cosas que a nosotros nos fascinan, no cabe duda de que habrá más cosas. No nos guardamos nada, lo que queremos es ordenar toda la información para que esté estructurada y comprendida». «La Giralda se conoce mucho pero cuando un edificio fascina mucho es porque se lo merece. Esa conjunción entre el culmen del arte almohade con el mejor de los renacimientos, cuando se juntan en un edificio que es único , pues fascina a todos. Algo tiene que tener debajo que sostenga las razones por las que es tan apreciado», recalcaba. Por último, el arquitecto Eduardo Martínez indicaba a pregunta de ABC que de la Giralda hay mucho escrito desde hace siglos, y que su cuidado seguirá ligado al programa de mantenimiento preventivo , pero que no se teme ni mucho menos por el estado de su cimentación, así que no hay peligro de derrumbe ocho siglos y medio después. «Debe seguir siendo atendida por razones obvias, hay higueras y elementos vivos. Hay un proceso de adaptación y especialistas que bajan por la Giralda y hacen una labor preventiva», apostillaba.