Una nueva época comienza este jueves para la Armada con la botadura de la fragata F-111 'Bonifaz' en Ferrol, la primera unidad de la serie F-110. Una apuesta para el futuro de la Defensa en los mares para España que contará con numerosas innovaciones tecnológicas antiaéreas y submarinas. El programa prevé la construcción de cinco fragatas por un coste de 4.325 millones de euros, sustituirá a la experimentada fragata de Santa María, y se entregarán a partir de 2027 y a un ritmo de una por año. La F-110 supone un salto cualitativo para las capacidades de la Armada gracias a conceptos innovadores que facilitan la creación de buques escolta polivalentes, con capacidad para realizar misiones de defensa antiaérea, antisuperficie y antisubmarina para la protección y proyección del poder naval de la Armada. A pesar de haberse presentado, las nuevas herramientas no podrán ser probadas hasta el primer trimestre de 2028. Con una eslora de 145 metros y un desplazamiento superior a las 6.000 toneladas a plena carga, la fragata se sitúa en la frontera entre una fragata pesada y un destructor ligero. A pesar del gran tamaño de la embarcación, gracias a las innovaciones tecnológicas podrá ser tripulada por apenas 150 personas, una cifra muy reducida en comparación con modelos anteriores. Una de las áreas donde más mejora se observa con esta nueva fragata es en la tecnología submarina. Esta serie contará con dos lanzadores de torpedos MK 32 Mod9 , reforzados con pequeños cañones, que utilizarán torpedos MK-46/MK-54. Por si fuera poco, tendrá la capacidad de desplegar vehículos no tripulados de armas láser. Una de las principales apuestas en materia de innovación por parte de Navantia en la construcción de la unidad F-110 es el denominado 'gemelo digital'. Según explican, es una réplica virtual del buque que se alimenta con información de la embarcación y los datos suministrados permanentemente por una red de sensores distribuidos por todo el buque. Gracia al gemelo digital, diseñado por la Dirección General de Armamento y Materia del ministerio de Defensa y la Armada Española y que se utiliza inteligencia artificial, proporcionará ayuda para la toma de decisiones, obtendrá datos clave para en tiempo útil para el mantenimiento y potenciará la capacidad de instrucción y adiestramiento de las dotaciones. Esta no es la única innovación que trae consigo la creación del F-110. El nuevo Sistema de Servicios Integrados (SSI) servirá para reducir el número de cables gracias a una red neuronal diseñada mediante 2.000 puntos de luz y, por lo tanto, reduciría también el número de posibles averías. También se llevarán a bordo impresoras 3D para imprimir repuestos directamente en el buque y evitar retrasos. Su sistema de combate combina la última versión del SCOMBA, desarrollado en España, con el AEGIS, integrando sensores y armas en tiempo real. Este «cerebro digital» permitirá una capacidad operativa inédita en la Armada. En el programa participan unas 500 empresas de toda España, generando 9.000 empleos entre la propia plantilla de Navantia y empleo indirecto e inducido por actividades económicas, aportando 437 millones de euros al PIB. Según informa la empresa, cada euros de facturación de Navantia genera 1,01 euros al PIB. El nombre de la F-111 honra al almirante Ramón Bonifaz del siglo XIII , considerado uno de los primeros y mejores estrategas navales de la Corona que lideró la toma de Sevilla en 1248. Gracias a ello, consolidó la tradición marítima, ganándo el apodo de «Señor del Mar». Un nombre que, a partir de ahora, deberán honrar desde la fragata F-111.