Los médicos calientan motores para la huelga del 3 de octubre contra el Estatuto Marco de Mónica García

La presión de los médicos hacia Mónica García por su descontento con la propuesta de Estatuto Marco del Ministerio de Sanidad continúa. El próximo 3 de octubre hay convocada una huelga por parte de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA), que ya pararon el pasado 13 de junio en protesta a la regulación de sus condiciones laborales que prepara el ministerio. Pero en esta ocasión las consecuencias en el sistema sanitario se pueden notar incluso más, pues ahora también llaman a la huelga para ese día otros sindicatos de comunidades autónomas que no se engloban en la agrupación, como el de Madrid, País Vasco, Cataluña o Galicia. El Estatuto Marco es la ley que regula las condiciones laborales del personal que trabaja en el sistema sanitario. El actual data del año 2003 y tanto Sanidad como los sindicatos médicos creen que necesita actualizarse. El problema reside en que la propuesta que el departamento de Mónica García realiza dista mucho de lo que los profesionales consideran que debería incluir la norma. Las diferencias se dan, sobre todo, en aspectos sobre la jornada de trabajo, las categorías profesionales o el régimen de exclusividad. Por ello, los médicos llevan meses reclamando un estatuto propio para su profesión, que recoja las particularidades de su profesión -como las guardias-. Exigen ser ellos mismos los que negocien el contenido de la norma con Sanidad, pues consideran que el actual ámbito de negociación, del que forman parte sindicatos como CSIF, CCOO o UGT, no representa sus intereses. Y este jueves, la CESM y el SMA han presentado un documento en el que recogen los puntos que debería contener la ley que regule sus condiciones laborales. Entre otras cosas, la propuesta de los médicos fija una clasificación profesional en la que se reconoce la mayor formación y responsabilidad del facultativo frente a otros puestos del sistema sanitario, añadiendo un nivel A1 plus a la jerarquización que existe actualmente en el Estatuto Básico del Empleado Público; crea un ámbito de negociación entre el ministerio y las organizaciones sindicales médicas; implanta la jornada laboral de 35 horas semanales, establece las guardias como voluntarias, con retribuciones iguales o superiores a las de la hora de jornada ordinaria y regula la jubilación anticipada para el colectivo. Ya antes de verano, tras varias reuniones con el ministerio, la presión de los profesionales logró que Sanidad realizara cambios en su propuesta, como la eliminación del punto que establecía una exclusividad en el sistema público para todos los médicos durante los cinco años posteriores a finalizar el MIR. Sin embargo, el departamento de Mónica García mantiene esta incompatibilidad para los jefes de servicio, de manera que si saliera adelante su texto estos profesionales no podrían compaginar su trabajo en la sanidad pública y la privada. Pero son muchos más los puntos que el colectivo médico no comparte. «Llevamos muchos meses trabajando y negociando con el ministerio e intentando que se tengan en cuenta nuestras reivindicaciones. Pero los contados cambios que se han incorporado siguen sin satisfacer las necesidades del colectivo médico», ha resaltado en rueda de prensa Miguel Lázaro, presidente de CESM. El documento que han elaborado, ha dicho, es muestra de su intención de dialogar con Sanidad para llegar a un texto consensuado. Han alertado además los profesionales de que si Sanidad sigue adelante con su propuesta cada vez serán menos los médicos que opten por trabajar en el sistema público. «La realidad es que faltan médicos en la sanidad pública y cada vez mas, porque no solo se van al extranjero, también a la sanidad privada. Eso se tiene que corregir y la única forma de hacerlo es tener una norma propia», ha defendido por su parte Víctor Pedrera, secretario general de CESM. Los médicos presentarán su propuesta, han asegurado, a partidos políticos y comunidades autónomas. «Todos se tendrán que pronunciar sobre su contenido, no se podrán poner de perfil», ha apuntado por su parte Rafael Ojeda, presidente del Sindicato Médico Andaluz, que ha hecho hincapié en que el actual déficit de médicos en la pública responde a «un modelo de sobrecarga de trabajo y devaluación de los médicos». Coinciden con la ministra de Sanidad en que el Estatuto Marco actual necesita renovarse, pero creen que la propuesta de Mónica García no servirá para mejorar las condiciones de los profesionales y, por tanto, el sistema sanitario, sino todo lo contrario, por lo que ven necesario que Sanidad les escuche y atienda a sus exigencias. «Si a un sistema en el que los médicos ya tienen tendencia a la salida le echas gasolina, se irán muchos más», ha sentenciado Pedrera.