La desinformación, la paranoia, el odio generalizado y la estupidez que nos gobiernan actualmente no fueron creados por la Covid-19, pero la pandemia ofreció a esas lacras una oportunidad de oro para florecer. Basándose en ese argumento, la nueva película de Ari Aster declara a Estados Unidos territorio tóxico, y ese diagnóstico no debería sorprender a nadie que conozca sus apabullantes películas previas, ‘Hereditary’ (21018), ‘Midsommar’ (2019) y ‘Beau tiene miedo’ (2023).