Pedro Sánchez ha presentado un Plan de Formación ante emergencias, anunciado en el mes de junio, motivado por la dana, y que llegará a 25.000 centros educativos y a ocho millones de estudiantes. «El alumnado aprenderá que ante el riesgo de riadas hay que buscar altura, o que, si tiembla la tierra, hay que protegerse bajo el pupitre», explica el Ministerio de Educación en su nota de presentación de la formación. El plan ha sido anunciado en la semana en la que varios informes educativos, entre ellos el último elaborado por la OCDE, han sacado los colores a España, que se encuentra a la cola de esta treintena de países en el aprendizaje de Ciencias y Matemáticas. Nuestro país pierde la carrera universitaria en las titulaciones STEM y, además, casi un tercio de la población adulta tiene un nivel de lectura insuficiente. El presidente del Gobierno ha sido increpado por medio centenar de personas mientras anunciaba durante la presentación de una formación con la que, ha dicho, «España se convierte en el primer país europeo que incorpora en la educación obligatoria la cultura de la formación en emergencias en Protección Civil». El presidente del Gobierno considera «evidente» que es necesaria una «cultura cívica y de la seguridad humana en el conjunto de la población». En concreto estas 'clases de catástrofes' enseñaran a los alumnos de enseñanzas no universitarias a la «prevención frente a riesgos climáticos, tecnológicos y sociales en los centros educativos». Por ello, este plan, que cuenta con la participación del Ministerio de Educación y Formación Profesional, del Ministerio del Interior, de las comunidades autónomas y de la FEMP, es una estrategia que «cuenta con el acuerdo y la participación activa de todas las instituciones». Ha citado en este punto su visita al centro de la Brigada de Refuerzos de Incendios Forestales hace unos días en León. «Uno de los brigadistas me comentó que a la hora de luchar contra los incendios tendríamos que hacerlo a escala forestal y no a escala humana». Con esta premisa, entiende que la gestión forestal es «algo que tiene que trascender legislaturas porque afecta a generaciones presentes, pero también a generaciones futuras».