El Mundial de Clubes Juvenil vivió en El Arcángel su capítulo final con un guion de lujo. La decimosexta edición del torneo, bautizado en esta ocasión como Trofeo Al-Ándalus, se cerró con la ajustada victoria del Barcelona frente al Racing de Avellaneda, un desenlace que certificó el poderío de la cantera azulgrana en un campeonato marcado por el altísimo nivel general. Más allá del título, la cita dejó nombres propios que empiezan a abrirse paso en el escaparate internacional.