Los festejos protagonizados por las mázcaras de Manzaneda y por los boteiros de Viana do Bolo y Vilariño de Conso obtienen una distinción con la que ya cuentan los cigarrones de Verín y los peliqueiros de Laza Hemeroteca - As máscaras ancestrais do Entroido galego despiden o inverno El Ministerio de Industria y turismo ha declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional las ancestrales mascaradas del Macizo ourensán. Las mázcaras de Manzaneda y los boteiros de Viana do Bolo y Vilariño de Conso, muncipios de la montaña suroriental gallega, obtienen así una distinción con la que ya contaban otras célebres muestras del rico Entroido de la comunidad: los cigarrones de Verín y los peliqueiros de Laza. El Gobierno ha valorado que estos festejos “se hayan preservado en mayor medida que en otros lugares”. Pero no solo coloridas máscaras componen los entroidos montañeses. El folión, agrupación de vecinos que acompañan con bombos e instrumentos de percusión fabricados a partir de utensilios cotidianos, escoltan a estas figuras encargadas de imponer una ley que es distinta a a ley habitual. Durante la época álgida de las celebraciones, de origen pagano y relacionadas con la salida de la oscuridad y la llegada de la luz, es decir, con los ciclos agrícolas, ese sonido grave y ceremonial inunda los valles de la comarca. La mázcara de Manzaneda suele girar con movimientos que recuerdan a los derviches giróvagos de Oriente Medio. Los boteiros proceden de otra manera: saltan y abren paso al folión sin demasiados miramientos. Porque durante el Entroido son los que mandan, la autoridad. El ministerio ha valorado “la unión de los tres ayuntamientos” para solicitar la declaración y ha destacado su “carácter ancestral y valores culturales”. Se trata de la undécima fiesta declarada de Interés Turístico Nacional en Galicia. Dos boteiros en Vilariño de Conso caminan por un paraje con el embalse de As Portas de fondo.