La ciudad de Palencia se ha vestido de emoción y orgullo este jueves para rendir un sentido homenaje a David García de la Loma, el joven árbitro de fútbol fallecido el pasado 4 de marzo tras una dura batalla contra el cáncer. En un acto institucional celebrado en el inicio de la Calle Mayor, en el corazón del Paseo de la Fama, se ha descubierto una baldosa con su nombre. Un reconocimiento que inmortaliza para siempre su figura y su legado en la ciudad. David fue un ejemplo de superación, valentía y amor incondicional por su profesión, dejando una huella imborrable en la capital palentina y en el mundo del fútbol. La alcaldesa de Palencia, Miriam Andrés, ha abierto el acto con un emotivo discurso en el que destacó los valores que representó David, tanto como persona como árbitro. “Hoy estrenamos una nueva baldosa en nuestro paseo de palentinos y palentinas ilustres. El homenaje de hoy es para David García de la Loma, una figura especial por dos motivos: porque llevó el nombre de Palencia fuera de nuestras fronteras y porque representaba unos valores de sacrificio, esfuerzo, justicia y equidad que merecen quedar plasmados para siempre en la Calle Mayor de Palencia”, señalaba. Andrés recordó que en tiempos en los que “enseguida odiamos o nos enfrentamos”, es importante reconocer la labor de quienes se sitúan en el eslabón más débil de la cadena, como los árbitros, y defender el papel pedagógico de las instituciones en transmitir esos valores. El momento más emotivo de la ceremonia llegó con las palabras de la familia. Sergio García de la Loma, hermano de David, recordó que este homenaje se celebraba en una fecha muy especial. “Mi hermano debutó el 11 de septiembre en Segunda RFEF tras superar su primer bache con la enfermedad y nos parecía que hoy tenía que ser el día para tenerle siempre en la memoria. Después de tantos homenajes, este es el más importante: el de su ciudad, de sus amigos y de su familia”, recordaba. Visiblemente emocionado, Sergio agradeció la presencia de las instituciones deportivas, desde la Federación Española hasta la Delegación Provincial de Palencia, así como a los amigos que acompañaron en este día “tan especial”. Por su parte, María Dolores de la Loma, madre de David, apenas pudo contener las lágrimas al agradecer el cariño recibido. “Este homenaje era una ilusión que tenía su hermano y que hoy se ha cumplido. Gracias de corazón a todos por el apoyo, la compañía y este recibimiento que demuestra cómo era mi hijo”, afirmaba. La vida de David García de la Loma fue un testimonio de fortaleza frente a la adversidad. Diagnosticado con sarcoma sinovial, una enfermedad rara y agresiva, tuvo que enfrentarse a la amputación de su brazo derecho. Sin embargo, lejos de rendirse, logró volver al arbitraje en marzo de 2022 en los campos de La Amistad, acompañado por su hermano Sergio y Rubén Díez como asistentes. Ese regreso fue solo el comienzo. En septiembre de ese mismo año debutó en la Segunda RFEF, dirigiendo el partido entre el Atlético de Madrid B y el CD Don Benito, donde ambos equipos le homenajearon con camisetas personalizadas. Su carrera alcanzó así un hito que convirtió a David en referente de superación dentro y fuera de Palencia. La enfermedad volvió con dureza en 2024, obligándole a dejar el arbitraje. Aun así, David nunca perdió la sonrisa ni el espíritu optimista que lo caracterizaba. Su entereza inspiró al colectivo arbitral y a toda la comunidad palentina hasta el último día. El acto de hoy también contó con la presencia del presidente del Comité Técnico de Árbitros de la RFEF, Francisco Soto, así como de Marcelino S. Maté, presidente de la RFCyLF, y otras autoridades deportivas. Todos ellos coincidieron en subrayar la huella que David dejó en el fútbol y en la sociedad palentina. La baldosa de David García de la Loma en el Paseo de la Fama de Palencia no es solo un homenaje a su trayectoria profesional, sino un recordatorio de los valores que encarnó: resiliencia, pasión, justicia y un amor inquebrantable por el fútbol. Palencia, que aún llora su ausencia, celebra también su vida y su ejemplo. A partir de ahora, cada paso por la Calle Mayor servirá para recordar que los sueños se pueden alcanzar incluso en medio de la adversidad y que la huella de David permanecerá viva en el corazón de su ciudad.