La legislatura ha pasado su ecuador. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha conjurado para aguantar hasta 2027, mientras que la oposición presiona para una convocatoria anticipada de las urnas. Los socios de investidura no se atreven a vaticinar hasta cuándo durará el Ejecutivo. La incertidumbre domina la política española. Durante el verano, en conciertos y fiestas populares se han repetido cánticos contra el presidente del Gobierno. La oposición dice que no puede salir a la calle. Pero el Gobierno sigue teniendo también apoyos sólidos dentro de la sociedad. Aunando la intención de voto del PSOE y Sumar recogida en el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el Ejecutivo cuenta ahora mismo como principales pilares de apoyo con las mujeres y los jubilados, con respaldos en ambos bloques superiores a los que obtiene el bloque de la derecha. El 30,5% del electorado femenino declara en la encuesta que metería hoy en la urna la papeleta de Pedro Sánchez o de Yolanda Díaz, lo que supone una diferencia superior en cinco puntos al lo que lograría el bloque del Partido Popular y de Vox en ese segmento. Sin embargo, el 18,7% de las mujeres no sabe todavía por quién se inclinaría, un dato que también analizan en profundidad los partidos. Entre los jubilados, la conclusión es similar: PSOE y Sumar juntos llegan casi al 35% de los sufragios , cuatro puntos porcentuales por encima de las derechas. Los socialistas han vivido una profunda crisis con la irrupción del caso Cerdán , que trajo consigo la revelación de conversaciones machistas entre José Luis Ábalos, Koldo García y el ex secretario de Organización hablando de prostitución y en términos denigrantes de las mujeres. Todo un tiro en el pie para un partido que se proclama feminista y que ha hecho de la igualdad y de la paridad una de sus banderas frente a las derechas. Pero el PSOE empieza a repuntar de nuevo con fuerza entre las mujeres. El propio presidente del Gobierno ha calificado de vergonzosas esas conversaciones y ha pedido perdón a las mujeres. Los socialistas han recuperado su intención de aprobar una ley para abolir la prostitución como una medida estrella, aunque tienen el problema de que los partidos de Sumar tienen diferentes sensibilidades sobre este tema. Asimismo, la reorganización del PSOE ha llevado a aumentar el poder femenino de manera interna, una apuesta que se simboliza a través de Rebeca Torró, nueva secretaria de Organización. Ferraz quiso arrancar la semana pasada el curso político con un gran acto de partido protagonizado por las principales dirigentes: María Jesús Montero (vicepresidenta del Gobierno y vicesecretaria general), Cristina Narbona (presidenta del PSOE), Pilar Bernabé (responsable orgánica de Igualdad y Delegada del Gobierno) y Anabel Mateos (adjunta a Organización). El PSOE ha reformado además sus estatutos para expulsar de sus filas a los clientes de prostitución. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, defendió en ese acto la futura norma de abolición: “El contexto político nos obliga, vamos a tener que responder todas las semanas preguntas sobre casos de prostitución. Es el momento de que todos los partidos se retraten y nos digan dónde quieren estar”. Las medidas adoptadas por los socialistas están dando resultado en sentido demoscópico, al menos según el CIS, encuesta que refleja una recuperación de hasta seis puntos respecto al barómetro de julio, en plena irrupción del caso Cerdán . El otro gran bloque de electores que sigue siendo esencial en su apoyo al Gobierno es el de los mayores de 65 años y los jubilados. Este segmento será una de las grandes batallas de las próximas elecciones, especialmente entre el PSOE y el PP, que recogen en ese caladero sus índices de apoyo más altos, algo que no pasa ni en Vox ni en Sumar. Uno de los momentos que marcó la campaña en las pasadas elecciones fue cuando Alberto Núñez Feijóo mintió en una entrevista en TVE sobre la revalorización de las pensiones. Y esta presión también se vio cuando el Partido Popular cambió su voto tras tumbar el decreto ómnibus del Gobierno y apoyó posteriormente el incremento de las pensiones, tras la fuerte presión de los barones a Génova 13. En el aspecto socioeconómico recogido por la encuesta, los partidos de la coalición de Gobierno logran mantenerse con vigor entre los trabajadores del sector servicios, los vendedores de comercios, los agricultores y los que ocupan puestos elementales, mientras que las derechas están muy fuertes entre los militares, los directores y gerentes, los estudiantes, los operadores de máquinas, los operarios y los artesanos. Pero el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas vuelve a poner al Gobierno frente al espejo y a recordarle que tiene un agujero electoral en estos momentos entre los jóvenes y los hombres . Es la otra cara de la moneda. El bloque formado por PP y Vox logra amarrar el voto del 33,4% de los varones (superando al PSOE y a Sumar en cinco puntos). Y se lleva de calle a los votantes por debajo de 24 años, con un respaldo superior al 36% frente al 19,5% de los socialistas y su espacio a la izquierda.