Aún no han llegado las lluvias otoñales, pero en la provincia ya se trabaja contra reloj para evitar que traigan consigo una segunda catástrofe ambiental tras la oleada de incendios del verano. Por ello, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, ha activado un plan de choque post-incendios con epicentro en Ourense, dotado con más de tres millones de euros y el despliegue progresivo de 20 brigadas y 200 personas en las zonas de mayor riesgo.