Un estudio identifica 718 fortificaciones antiguas en los montes Zagros y revela su papel en el control del territorio

El análisis de imágenes satelitales y sistemas de información geográfica muestra cómo estas construcciones se situaban estratégicamente para vigilar rutas y recursos en una de las regiones más montañosas de Oriente Próximo Así es Costa Quebrada, el enclave natural que ha recibido el reconocimiento como Geoparque de la UNESCO La ciudad china de Tianshui , en la provincia de Gansu, conserva hoy 718 fortificaciones que hablan tanto de guerras pasadas como de la capacidad de sus habitantes para transformar las defensas en símbolos culturales . Un estudio publicado en Humanities and Social Sciences Communications analiza por primera vez de manera sistemática la distribución espacial de estos fortines, su relación con el medio natural y el modo en que se integraron en la vida cotidiana hasta convertirse en parte esencial de la identidad local. Los autores subrayan que estas estructuras no fueron castillos estatales ni fortalezas de élite , sino asentamientos defensivos de carácter popular . Eso explica que su diseño sea relativamente homogéneo y sin jerarquías de importancia. Se levantaron sobre todo en épocas de conflicto y, en tiempos de paz, se transformaron: algunas se arruinaron o desaparecieron, otras continuaron siendo usadas por los vecinos, perdiendo su función militar y ganando un valor cultural y psicológico que ha llegado hasta hoy. Zonificación de imágenes de teledetección de Tianshui. El análisis realizado en la investigación El trabajo combina métodos de análisis geográfico mediante sistemas de información (GIS), imágenes de satélite, encuestas y estudios de campo . Los resultados muestran que el emplazamiento de los fortines respondió a un complejo entramado de factores naturales y humanos. El relieve, los cursos de agua y los caminos fueron decisivos, pero también la proximidad a los asentamientos. Más del 85% de las fortificaciones se encuentran a menos de 500 metros de un núcleo habitado, lo que demuestra su estrecha vinculación con la población que los construyó y defendió. Ejemplos de fortalezas de Tianshui con registros de imágenes La altitud fue el factor natural más influyente: el 99% de los fortines está situado entre los 1.000 y los 2.200 metros sobre el nivel del mar , con la mayor concentración en la franja de 1.600 a 1.800 metros. Esa ubicación permitía aprovechar las defensas naturales del accidentado terreno del altiplano de Loess y, al mismo tiempo, mantener acceso a fuentes de agua para la vida cotidiana y la agricultura. Más de la mitad de estas estructuras se hallan a menos de un kilómetro de un río o arroyo. El patrón general no es aleatorio. Los investigadores detectaron una clara tendencia a la concentración : en zonas como Wushan, Gangu o Maiji, se alcanzan densidades de hasta 17 fortificaciones por cada cien kilómetros cuadrados . En promedio, la distancia entre un fortín y su vecino más próximo es de apenas 2,2 kilómetros. Este grado de agrupamiento refleja tanto la necesidad de protección frente a incursiones como la importancia de garantizar el control colectivo del territorio. Ejemplos de fortalezas de Tianshui con registros aéreos de drones Cómo son las fortificaciones En cuanto a sus dimensiones, predominan las construcciones pequeñas : casi dos tercios tienen superficies entre 1.000 y 5.000 metros cuadrados, con una media de 5.338 metros. Solo 12 superan los 20.000 metros cuadrados. Sus perímetros suman en conjunto 195 kilómetros. Las formas también están ligadas al relieve : circulares o elípticas en las cimas, rectangulares en terrazas de valle y muy irregulares en zonas montañosas abruptas. Más allá de los datos cuantitativos, el estudio propone una interpretación cultural . La evolución de estos fortines responde a un proceso de sedimentación histórica: se construyeron en oleadas durante las guerras, perdieron utilidad defensiva en épocas de paz y fueron asimilados por la población como hitos del paisaje . Hoy constituyen un patrimonio híbrido , donde lo material (muros, restos arquitectónicos) convive con lo intangible (recuerdos, creencias, relatos locales). Los investigadores concluyen que las fortalezas de Tianshui no pueden entenderse solo como vestigios militares. Son, sobre todo, un ejemplo de cómo las comunidades locales moldearon su entorno para protegerse y cómo ese esfuerzo acabó generando un paisaje cultural único . Un patrimonio que, lejos de quedar anclado en el pasado, se ha convertido en parte de la identidad regional y en un recurso clave para pensar el futuro de la conservación y el turismo en la zona.