Bar Perita es una cervecería-abacería sin cocina al uso, donde la clave está en el producto. Samuel López Vega, su propietario, ha querido recuperar el espíritu de la abacería tradicional pero con un aire moderno, apostando por conservas, chacinas, quesos y mariscos cocidos de primera calidad. La idea es sencilla: trabajar con productos que ya están listos, pero dándoles un toque para potenciar su sabor y presentarlo de forma atractiva en un ambiente de cervecería contemporánea. La carta ofrece un abanico amplio que va desde montaditos y tostas, hasta guisos clásicos. Entre los guisos se encuentran propuestas como la carrillada al oloroso, las espinacas con garbanzos, las albóndigas de choco o los garbanzos con langostinos. Hay además chacinas ibéricas —jamón, salchichón, lomo, chorizo picante, morcilla de Burgos o cecina de León— y quesos nacionales con guiños originales , como un semicurado de vaca en canela y café o de cabra en manteca. Los salazones tienen un papel protagonista con la mojama de Isla Cristina, acompañada de otros clásicos de la conserva. También hay mariscos cocidos como camarones, gambones o gamba blanca. El apartado de tostas y mini-tostas incluye opciones como pastrami de presa ibérica con pepinillos y mayonesa picante, foie con cecina y mermelada de pimientos o la mini de anchoa con queso trufado. Bar Perita es un templo para cerveceros, y sobre todo, de la Cruzcampo. Samuel, que lleva años estudiando el arte del tiraje, t rabaja con barrileros refrigerados y un sistema que sirve la cerveza a -2 grados , cuidando tanto el tipo de vaso —de sidra fino y de tanque, congelados— como el método de tiraje. Su obsesión por la cerveza bien servida le lleva a inspirarse en referentes como el Coronado, el Tremendo o Casa Vizcaíno. Además, la bodega apuesta por vinos andaluces y locales, con referencias de Sevilla, junto a etiquetas de Cádiz, Jerez y otras zonas. No falta tampoco una selección de generosos, vermuts y copas. La carta se cierra con una propuesta sencilla: profiteroles de nata sobre base de helado de vainilla, coronados con sirope de chocolate. Una opción única pensada para redondear la experiencia sin complicaciones. El local está concebido como una cervecería moderna de barrio. Ubicado en San Julián, a cinco minutos de la casa de su propietario, Samuel ha buscado un estilo con toques industriales y contemporáneos: paredes blancas con detalles en negro, azulejos, ventanales abiertos a la calle y un espacio luminoso que se ve desde fuera. El mobiliario combina mesas altas para un ambiente más dinámico con algunas bajas pensadas para clientes mayores o para quien prefiera sentarse con calma. Bar Perita se encuentra en pleno barrio de San Julián (Sevilla), en el mismo local donde antes estuvo el histórico bar Solera y, más tarde, otros negocios de hostelería. Para Samuel López Vega, vecino del barrio y profesional de la hostelería desde los 18 años —con formación en Salsamento junto a Luis Blanco—, este es su primer proyecto en solitario, un homenaje a su tierra y al oficio que lleva tantos años cultivando.