La alimentación ha sido siempre la primera medicina del ser humano. Frutas, verduras, cereales o legumbres han demostrado sobradamente sus beneficios , respaldados por siglos de consumo y décadas de investigación científica. Sin embargo, existen otros productos que no siempre asociamos de manera directa con la salud y que, sin saberlo, pueden ejercer efectos positivos sobre nuestro organismo . Uno de esos casos es el chocolate caliente, una bebida tradicional que, más allá del placer que proporciona, puede convertirse en un aliado inesperado para cuidar nuestro cuerpo. En el podcast 'Feel Better Live More', conducido por el médico británico Rangan Chatterjee, el especialista en nutrición William Li detalló de forma clara cómo una taza de este preparado puede favorecer los mecanismos de regeneración internos , potenciando la capacidad natural del organismo para repararse y mantenerse sano. «El cacao puede activar las células madre, que estimulan el sistema de reparación natural del cuerpo», manifestó el doctor Chatterjee. Según su análisis, no se trata únicamente de un aporte energético o de un capricho ocasional, sino de un alimento capaz de intervenir en procesos celulares profundos . De hecho, apuntó que «este proceso apoya la curación interna, incluido el tejido cardíaco y los vasos sanguíneos. Los estudios han encontrado que los alimentos ricos en flavonoles, como el cacao, están relacionados con un menor riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular». Esta afirmación coincide con trabajos publicados en revistas como 'The American Journal of Clinical Nutrition', donde se ha observado que el consumo habitual de flavonoides mejora la función endotelial y contribuye a la reducción de la presión arterial . Tras las afirmaciones del presentador del podcast, el doctor Li puso un ejemplo concreto que ilustra el impacto real de esta bebida en el cuerpo humano: «Tan sólo dos tazas de chocolate caliente oscuro duplicaron la cantidad de células madre que circulan en los vasos sanguíneos y mejoraron al doble la resiliencia de los vasos sanguíneos en el transcurso de un mes». El experto en angiogénesis explicó que este efecto, observado en estudios clínicos, evidencia la capacidad del cacao para estimular mecanismos regenerativos que resultan cruciales para mantener la salud cardiovascular . No obstante, tanto Li como Chatterjee insistieron en que no se trata de beber cualquier tipo de chocolate caliente . La procedencia y la pureza del cacao marcan la diferencia entre un alimento funcional y un producto cargado de azúcares añadidos . «El chocolate caliente no es solo chocolate caliente, depende de la calidad. Ingredientes mínimos, altos niveles de cacao, más del 80%, ese es el matiz que a veces creo que nos falta», explicó el conductor del programa. En esa misma línea, el doctor Li aconsejó fijarse siempre en la etiqueta : «Si la etiqueta de ingredientes te incomoda, devuélvela y busca otra opción que, como dices, tenga una cantidad mínima de ingredientes». Para él, no se trata únicamente de consumir cacao, sino de hacerlo de una forma consciente, evitando fórmulas procesadas que diluyen sus virtudes con azúcares y grasas de baja calidad. «Presta atención a los detalles de la calidad de lo que realmente vas a poner en tu cuerpo, porque eso influirá en cómo tu cuerpo responde a él», añadió el especialista, poniendo de manifiesto que los alimentos no solo aportan calorías , sino también información bioquímica que condiciona la manera en que nuestras células funcionan y se reparan . El interés en los flavonoles del cacao no es nuevo. Investigaciones realizadas por el National Institutes of Health, en Estados Unidos, han demostrado que el consumo regular de cacao rico en estos compuestos mejora la elasticidad arterial y reduce marcadores de inflamación , dos factores determinantes en la prevención de enfermedades crónicas . Además, estudios europeos han vinculado la ingesta de chocolate negro con una menor incidencia de infartos y una mejora en la memoria y la función cognitiva en personas mayores . Si bien la ciencia no propone sustituir otros hábitos saludables por una taza de chocolate caliente, sí avala la idea de que, consumido con moderación y en su versión más pura , este alimento puede integrarse en una dieta equilibrada como complemento protector. La clave está, como señalaron ambos doctores, en elegir productos con un alto contenido de cacao y pocos aditivos , de modo que se conserven sus propiedades antioxidantes y regenerativas .