El hombre llamado Mark Zuckerberg que terminó denunciando a Facebook porque su nombre se convirtió en un problema

Entuerto - Meta admitió que había restituido las cuentas del abogado y defendió que busca mejorar sus procesos, aunque el afectado insiste en que el daño ya está hecho y pide garantías para que no vuelvan a cerrarle los perfiles Mark Zuckerberg, de niño prodigio a tiburón tecnológico bajo sospecha Las decisiones de Meta sobre privacidad, manipulación de datos y gestión del contenido han situado a Mark Zuckerberg en el centro de la polémica mundial. El creador de la mayor red social del planeta acumula críticas por su papel en la difusión de noticias falsas, por la vigilancia de usuarios y por la falta de control sobre el discurso de odio . Esa imagen controvertida ha convertido su apellido en una diana de todo tipo de críticas y de atención constante y, para quienes comparten el mismo nombre, en una fuente de complicaciones insólitas. Un abogado de Indianápolis lo sabe bien porque se llama exactamente igual y asegura que su carrera se ha visto alterada por esa coincidencia. Un abogado denuncia a Meta tras años de bloqueos y pérdidas económicas La demanda que este jurista presentó contra Meta describe cómo, en los últimos 8 años, la empresa le ha cerrado nueve veces tanto sus perfiles personales como su página profesional . El escrito judicial sostiene que esas suspensiones llegaron acompañadas de la acusación de “ suplantar a un famoso ” y de usar un nombre falso. La situación, según el propio afectado en declaraciones a Fox News Digital, le ha supuesto meses enteros sin poder acceder a las herramientas que otros bufetes utilizan para captar clientes , además de 11.000 dólares invertidos en publicidad que nunca recuperó . Las suspensiones provocan pérdidas económicas y frenan el crecimiento de su bufete El abogado detalla en la misma denuncia que la compañía le pedía reiteradamente pruebas de identidad que iban desde copias de su carné de conducir hasta vídeos mostrando su rostro. Pese a cumplir con esos trámites, los bloqueos se repetían y en ocasiones se prolongaban durante más de 4 meses. Esa reiteración, afirma en la demanda, ha generado un perjuicio económico y ha limitado la visibilidad de su firma en un mercado muy competitivo. La empresa admite errores pero el afectado reclama compensaciones millonarias La propia Meta reconoció a través de un comunicado remitido a Axios que se trataba de un error y que sus equipos habían restituido el perfil del abogado . La empresa añadió en su nota que trabajaba para evitar que este tipo de problemas volvieran a repetirse en el futuro. Sin embargo, el jurista insiste en que la situación ya le ha causado un daño considerable , con pérdida de clientes y con la obligación de explicar una y otra vez que su identidad es auténtica y legal. Por eso reclama que le devuelvan los 11.000 dólares junto con los honorarios judiciales y se comprometan a mantenerles las cuentas abiertas . El conflicto llega en un momento delicado para la empresa , cuyo modelo de negocio se basa en la publicidad digital y que en 2024 alcanzó 164.500 millones de dólares de ingresos en ese apartado. La polémica por la gestión de cuentas que la compañía elimina mientras conserva los importes de campañas pagadas ya había sido objeto de críticas en 2022, cuando Wired reveló que entre 2018 y 2022 se habían facturado más de 30 millones a redes acusadas de difundir desinformación antes de ser cerradas . Confusiones y pleitos muestran los riesgos de compartir nombre con alguien tan famoso La historia personal de este abogado acumula otros episodios llamativos. En 2020, el estado de Washington lo incluyó por error en una demanda judicial al creer que se trataba del propio director de Meta . Su página web recoge además que recibe a diario decenas de solicitudes de amistad , mensajes con propuestas sobre cómo “mejorar Facebook” y hasta amenazas dirigidas al empresario de Silicon Valley . En ese mismo espacio aclara que no guarda rencor hacia el verdadero Mark Zuckerberg , aunque ironiza con la idea de que en internet su nombre quedará asociado para siempre al término bancarrota . El pleito abierto en Indianápolis no será el primero que enfrente a alguien común con una celebridad por un nombre idéntico. En 2019, la diseñadora Katie Perry perdió una batalla judicial contra la cantante Katy Perry , obligada finalmente a retirar el registro de su marca. El precedente muestra que compartir nombre con una figura de alcance internacional puede convertirse en un obstáculo legal difícil de sortear. Este cruce entre identidades ilustra hasta qué punto una coincidencia puede convertirse en una carga en la era digital, donde un apellido famoso arrastra confusiones, sanciones automáticas y hasta pleitos millonarios. En el caso del abogado de Indianápolis, ese peso se traduce en interrupciones constantes de su trabajo y en la paradoja de tener que litigar contra la empresa que usa su propio nombre como emblema .