El Gobierno necesita a los independentistas catalanes para mantener viva la legislatura y que Pedro Sánchez continúe en La Moncloa . Por esta razón a la parte socialista del Gobierno de coalición le incomodó la dureza con que la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo (Sumar), Yolanda Díaz , reprendió a los nacionalistas catalanes de Junts, socios parlamentarios del Ejecutivo, a los que acusó de confundir una negociación con un «chantaje» , después de sumar sus votos al PP, PN y Vox, para tumbar en el Congreso uno de los proyectos estrella del Gobierno de coalición del PSOE y Sumar: la reducción de la jornada laboral de 40 horas semanales a 37,5 horas . A restablecer los puentes rotos con Junts se ha dedicado este viernes desde Cádiz la vicesecretaria general del PSOE, vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda y secretaria general del PSOE andaluz, María Jesús Montero . Consciente de que necesita el voto de los independentistas catalanes para aprobar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2026, la ministra sevillana tendió la mano a los del expresidente Carles Puigdemont , tratando así de enmendar a su compañera en el Consejo de Ministros y número tres del Gobierno. Para que aquello no suene a desautorización, Montero decidió quedarse con la parte menos beligerante del discurso de Yolanda Díaz tras la derrota en el Congreso. Así, la ministra recordó que «tendió la mano a todas las fuerzas políticas para seguir dialogando» . Obvió las acusaciones de la titular de Trabajo hacia Míriam Nogueras , la portavoz de Junts, como la alusión al «chantaje» de su socio parlamentario o como el hecho de reprochar al antiguo aliado del llamado «bloque progresista» que sus intereses son «los de la patronal española en sus sectores más reaccionarios». A María Jesús Montero le ha tocado rebajar el tono y ensayar el papel de 'poli buen' para no malograr la negociación de los presupuestos . «Esto es lo que el Gobierno quiere trasladar, como siempre, que independientemente de las vicisitudes que tienen los proyectos de ley, vamos a seguir trabajando por hacer realidad un derecho que creemos que es hora de conquistar para los trabajadores de España, como es la reducción de la jornada laboral», ha subrayado Montero. Por esta razón, más allá de la «intensidad del debate» que se saldó con una derrota sin paliativos del bloque progresista, Montero dejó claro que hay « mano tendida a Junts para que se siente y para poder ver cómo podemos acompañar esa reducción de jornada, fundamentalmente, en los sectores que pueden tener más dificultad para ponerla en marcha». Para terminar, María Jesús Montero centró sus críticas no en Junts, como su compañera, sino en el PP por oponerse la reducción de la jornada laboral, especialmente. Ya puestos, l levó los reproches al terreno de la batalla electoral andaluza , para cargar contra los diputados andaluces de Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía y del PP regional. No hay que olvidar que Montero es secretaria general del PSOE-A y candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía. Así, la ministra preguntó al Gobierno de Juanma Moreno de «qué lado está», si de «las empresas que con viejos dogmas están intentando ahorrar en costes salariales y en algo que no nos hace competitivos, dificultando la conciliación» y con horarios «interminables», o si está del lado del «bienestar y de que la economía penetre en el conjunto de la ciudadanía y llegue a la piel de todos los trabajadores y ciudadanos de este país». Obviamente, dejó entrever que como su presidente en el conflicto de Gaza, es el PSOE y no el PP el que está en el lado correcto de la historia.