Diego René (Beluga): «Cuando llego a una ciudad, lo primero que miro son los restaurantes con estrella Michelin para visitarlos todos»

A los 14 o15 años, Diego René tenía claro que el aula no era su sitio. Su padre lo puso a trabajar en el chiringuito familiar de Tabarca y allí descubrió el oficio: jornadas largas, presión constante y una recompensa que le encajó desde el primer día —hacer que otros disfruten—. A partir de ahí, fue encadenando escalas: el chiringuito del vecino El Tío Coyonet, un Grado Medio de cocina que logró «pidiéndolo de rodillas», p rácticas con Martín Berasategui y temporadas de aprendizaje entre Argentina, Francia y media España. Málaga apareció en el mapa con Pez Tomillo (Pedregalejo): allí conoció a Andrea Martos, hoy jefa de sala en varios de sus proyectos. Después llegaron Londres, Frigiliana y Bocallena (Teatinos). El giro decisivo lo marcó Beluga, en la Plaza de las Flores: antiguamente, un local con carta y público de turisteo, recuerda. Cambió equipo, carta y rumbo. Primero cimentó el proyecto con los arroces ; después, tras la pandemia, dio el salto a un menú degustación —dos formatos, Meridiano Cero (corto) y Virazón (largo)— que narra el Mediterráneo de fondo a costa: algas, pescados, mariscos y fondos trabajados con paciencia. Beluga es, literalmente, terraza: el interior funciona casi como reservado y el resto es cocina en movimiento. La fórmula es flexible —menú largo y corto a la vez en mesa, o carta, o arroces para uno— y exige un equipo numeroso y bien coordinado. René defiende un modelo de trabajo cuidado («para tener a los mejores, hay que cuidarles») y lo aplica en su día a día. Mientras Beluga crecía, fueron apareciendo más casas: Kraken (pared con pared, tapas de autor), Cambara y Pez Wanda (ambiente festivo y coctelería), Salao (Muelle Uno, mix de cócteles y street food) y La Tasquita de Enmedio (cocina casera en pleno centro). Y ya mira a su siguiente meta: René, un gastronómico de cinco mesas cerca de la Tribuna de los Pobres, con cocina protagonista y una puesta en escena pensada «como si aspirase a tres estrellas para intentar conseguir una». Hoy Diego René se sienta a la mesa de GURMÉ Málaga para nuestro Gastrotest, donde comparte sus direcciones de desayuno, compra, aperitivo y esos restaurantes a los que siempre volver. – Si pudieses desayunar con calma por la mañana… ¿Dónde lo haría? Suelo desayunar en La Malagueña, pero si pudiera elegir lo haría frente al mar, con frío y un café calentito. – Una carnicería, pescadería y frutería de confianza, Diego. Cuando compro en casa, lo hago en Atarazanas: la frutería de Antonio y Salomé es increíble; para carne, la carnicería Ricardo; y para pescado, Matías Soler en el mercado del Carmen. Todos de mucha calidad. – Una tienda gastronómica o algún puesto donde encontrar ese algo especial que buscas para casa y para la cocina. Creo que no hay nada igual en Málaga en calidad y cantidad: La Mallorquina tiene una gran variedad de productos de alta gama. – ¿Un bar de barrio en el que tomar un aperitivo con los amigos? Mi barrio es el centro, así que, si tengo que tomar el aperitivo con amigos lo hago siempre en Marisquería El Yerno. Los mejores mariscos de la costa; esa barra es pura magia. – Un restaurante especial para invitar a comer a la familia. Mike Palmer. Miguel es uno de los grandes cocineros de Málaga. – Un sitio diferente para cambiar de tercio… Pizzería Sora Tilde, en la placita de la calle Huesca. Las mejores pizzas que he comido nunca, un desconocido en Málaga pero increíble. – ¿Un vicio confesable (gastronómicamente hablando)? Cuando llego a una ciudad, lo primero que miro son los restaurantes con estrella Michelin que tengo alrededor para visitarlos todos. Ni museos ni nada, solo restaurantes. – Un restaurante 'de lujo' al que volver. Cuando quiero ser feliz, Kaleja me devuelve a la vida. El mejor restaurante de los muchos que he visitado es Aponiente.Y el que representa el lujo para mí es Coque. – Una venta, bar o restaurante de la provincia que no hay que perderse Arte de Cozina, en Antequera. El corazón de la cocina andaluza. Charo es la mejor guisandera que conozco. – ¿Café o copa? Copa, si Andrea me deja, y en compañía de mi socio Manuel Duarte. – ¿Qué te gusta preparar en casa cuando tienes invitados? Lo que más me llena es alquilar un campo o una casa y hacer un arroz al mediodía y barbacoa por la noche. Yo casi ni me siento, pero disfruto viendo a los demás pasarlo bien. Algún día tendré esa casa.