Los guías de turismo de Toledo no descartan movilizaciones y acudir a la vía judicial para frenar la ordenanza que regulará su actividad

La futura ordenanza para la regulación de la actividad turística y la convivencia ciudadana que prepara el Ayuntamiento de Toledo ha abierto un frente con uno de los sectores más vinculados a la gestión diaria de visitantes: los guías oficiales y las pequeñas empresas locales de visitas guiadas. Estos profesionales, que representan a unos 30 guías oficiales de turismo, han presentado este jueves cerca de 6.000 firmas de apoyo a sus alegaciones , con el argumento de que el texto «no aporta soluciones reales» y «perjudica directamente» a quienes trabajan en el día a día con los turistas que llegan a la capital regional. Entre los aspectos más controvertidos figura la prohibición del uso de paraguas, carteles u otros elementos que permitan identificar a los guías en calles y plazas, como la de Zocodover. Según Alberto López Miguel, uno de los portavoces del colectivo, la medida «impide que los visitantes que llegan sin grupo organizado reconozcan a las empresas locales», algo que, en su opinión, « afecta a un turismo de mayor valor añadido, el que pernocta y consume en restaurantes y comercios de la ciudad«. Este grupo guías también cuestiona la decisión de limitar la circulación de grupos de más de 30 personas en tres calles concretas del Casco Histórico, como son Hombre de Palo, la plaza del Consistorio y el pasadizo de Balaguer, ya que consideran que la masificación «no se da solo en esos puntos , sino en todo el conjunto monumental«, y que la restricción »no evitará la congestión«. Otra de sus aportaciones se centra en la regulación del modelo de visitas conocido como free tour . Alberto López Miguel recuerda que no es la única modalidad que ofrecen los guías habilitados a los que representa y que estigmatizarla «supone un perjuicio para familias o visitantes que buscan este tipo de recorridos». Más allá de la oposición a la ordenanza, el colectivo de guías ha planteado propuestas para mejorar el texto municipal que hasta el próximo 19 de septiembre se encuentra en exposición pública y periodo de alegaciones. Silvia Verde Sierra, guía oficial, subraya que la principal saturación turística se concentra en las primeras horas de la mañan a, entre las 10:00 y las 13:00 horas, coincidiendo con el reparto de mercancías a la hostelería. «Si esos grupos se desplazasen a partir de las 12:00 horas, la presión sobre las calles sería mucho menor y, además, se favorecería que comiesen o incluso pernoctasen en Toledo, con el consiguiente impacto positivo en la economía local «, explica Silvia Verde Sierra. La guía también defiende que parte de los ingresos derivados de la tasa turística que desde el pasado mes de marzo el Ayuntamiento cobra a los autocares de grandes grupos por aparcar en la ciudad deberían revertir en los residentes: «Sería razonable que se tradujese en reducciones de impuestos como el IBI , especialmente en el Casco Histórico, donde la carga fiscal es mayor«. Los profesionales lamentan que el proceso de elaboración de la ordenanza se haya llevado a cabo «sin una mesa de diálogo conjunta con todos los sectores afectados« y han denunciado que las reuniones con el concejal de Turismo, José Manuel Velasco, se han celebrado de forma individualizada »sin que se nos haya dado la oportunidad de consensuar una propuesta global antes de publicar el texto que se quiere aprobar«. El colectivo advierte, además, de que en caso de aprobarse la norma en los términos actuales, recurrirán a la vía judicial al considerar que algunas disposiciones podrían invadir competencias de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que ostenta la regulación del sector. Paralelamente, no descartan la convocatoria de movilizaciones para visibilizar su rechazo. «Somos los primeros interesados en que Toledo tenga un turismo sostenible , pero creemos que esta ordenanza, tal y como está planteada, no resuelve los problemas reales de masificación «, concluyen los guías.