La ministra de Defensa, Margarita Robles, preside un acto de homenaje en la base de Cerro Muriano en el que también se han reconocido a 13 miembros de la Brigada Guzmán el Bueno por su trabajo en Líbano FOTOGALERÍA - Las condecoraciones a militares de Cerro Muriano, en imágenes El Ministerio de Defensa ha condecorado este viernes a 50 militares de la Brigada Guzmán el Bueno de Córdoba que desarrollaron labores de apoyo tras el paso de la DANA en Valencia el pasado 29 de octubre. En total, han recibido medallas un total de 50 militares de diferentes rangos que, desde noviembre de 2023 hasta el 1 de febrero de 2024, estuvieron en los municipios más afectados por las inundaciones, aunque en el operativo participaron 1.669 efectivos. A ellos se sumó otro despliegue material formado por 75 vehículos ligeros, 35 pesados, 8 Vempar y seis máquinas de ingenieros. Voluntariedad, disponibilidad y proactividad. Estas han sido las palabras más repetidas por el general jefe de la Brigada Guzmán el Bueno, Fernando Ruiz Gómez, para referirse a la actitud de todos los militares que participaron con el objetivo de paliar los efectos de las inundaciones del paso de la DANA. A su juicio, la principal característica del despliegue militar cordobés fue “la inmediatez”. “El 1 de noviembre recibimos la orden de alerta y el día 2 desplegamos ya a los zapadores. Y ya el 5 de noviembre se diseñó, por parte del Ejército, qué capacidades íbamos a mantener en el tiempo”, ha recordado el general, que ha explicado que estuvieron desplegados en el terreno hasta el 1 de febrero, aunque a partir del 24 de enero fue mermando la presencia de efectivos“. Durante esos más de tres meses de trabajo, los militares asistieron a la población, buscaron fallecidos y limpiaron infraestructuras y sótanos. Además, un cabo auxilió a un bebé en parada respiratoria y un capitán, junto a otros dos cabos, asistieron a dos personas que fueron víctimas de un accidente de moto. EL teniente coronel Julio Álvarez de Sotomayor Antes de la imposición de las condecoraciones, el teniente coronel Julio Álvarez de Sotomayor, jefe del grupo táctico desplegado en la DANA, ha sido uno de los encargos de compartir los pormenores de la rápida y compleja operación. Según relató, la alerta interna se recibió a principios de noviembre a las 10:30 de la mañana, y para las 5 de la tarde del mismo día, ya estaban en disposición de salir. Una vez asignada su zona de despliegue, la principal misión del grupo fue dar apoyo al batallón de Sevilla de Morón de la Unidad de Militar de Emergencia (UME), ejecutando principalmente tareas de limpieza y, crucialmente, la búsqueda de fallecidos. Recuerda la experiencia como “unos días muy duros” que quedaron “perfectamente grabados en nuestra memoria”. Explicó que, si bien durante la operación se mantiene un enfoque profesional en el trabajo, los sentimientos y el análisis profundo de la situación suelen emerger al regresar a casa. Confirmó que, en territorio nacional, fue uno de los episodios más duros por los que ha pasado su unidad. El operativo bajo su mando estuvo formado por aproximadamente 300 personas. Este personal provenía de diversas unidades, incluyendo su propia unidad, el Regimiento de Infantería Garellano 45, así como personal del Grupo de Artillería, el Batallón de Cuartel General y los Regimientos de Infantería de la Reina y de Córdoba 10 [Régimen Acorazado 10]. Con posterioridad, se incorporó también personal del Grupo Logístico 10 y de la Unidad de Zapadores. El sargento Diego González Carrasco Entre los momentos más difíciles, recordó el hallazgo de uno de los fallecidos; una tarea que fue compleja porque, a menudo, había también restos de animales. Una vez identificado un posible cuerpo, el reconocimiento se realizaba por “palpeo” en la oscuridad, y tras confirmarse que era un cadáver, tuvieron que permanecer de guardia durante toda la noche hasta la mañana siguiente para el levantamiento del cuerpo. Sobre la preparación, el teniente coronel subrayó la importancia de la formación militar: “Nosotros nos instruyamos para el combate”, considerándolo una situación “bastante más peligrosa”, y la disciplina es “el factor fundamental” para adaptarse a cualquier misión recibida. Además de las tareas de búsqueda y limpieza, el grupo también realizó misiones de apoyo a la población civil, preguntando por sus necesidades y coordinando la asistencia con la UME una vez recibida la autorización. A pesar de la dureza de la operación, hubo momentos gratificantes, como la de recibir “el agradecimiento de personas que habían perdido muchas cosas de su vida”. En un relevo posterior -la brigada cordobesa hizo hasta 11- participó el sargento Diego González Carrasco, destinado en el Batallón de Zapadores número 10 y jefe de pelotón. Llegó a Valencia cuando la situación ya se percibía “un poco más calmada”, aunque las principales funciones de su equipo siguieron siendo limpieza de edificio, la habilitación de caminos que aún no habían sido despejados, y la adecuación de zonas comunes para facilitar la distribución de comida por parte de las ONG. También brindaron apoyo directo a estas entidades y realizaron labores de limpieza en sótanos y garajes que seguían inundados. Cabo Hermosilla El cabo Hermosilla, también destinado en el Batallón de Zapadores 10, formó parte de la primera oleada de intervención. Sus labores iniciales fueron intensas, incluyendo limpieza, ayuda directa a la gente, limpieza de calles, garajes y, específicamente, la extracción de coches. A pesar de las circunstancias, este cabo aseguró que los militares “estaban preparados gracias a los ejercicios realizados durante todo el año” y a despliegues previos como los que la brigada hizo en Toledo tras el temporal Filomena en enero de 2021. Durante el acto, la ministra de Defensa, Margarita Robles -que no ha ofrecido declaraciones a los medios-, ha recordado en primer lugar al cabo y al soldado que fallecieron en diciembre de 2023 durante unas maniobras. “Mis primeras palabras son para decir que nunca olvidaremos a los que no están con nosotros por motivos que todo el mundo sabe. Los vamos a tener siempre en nuestros corazones y son la mejor manifestación de lo que son nuestras fuerzas armadas”, ha expuesto. Después, ha agradecido -tanto a los condecorandos como a todos los militares que participaron en la operación- el trabajo que desarrollaron en Valencia, siendo este un reflejo “del compromiso de nuestras Fuerzas Armadas”. “Cuando veo las imágenes, siento escalofríos. Veo lo que sufrió el pueblo de Valencia pero, también, cómo se entregaron ustedes, poniendo en riesgo su integridad y su salud”. La ministra de Defensa, Margarita Robles, entrega las condecoraciones por la operación Libre Hidalgo y por las acciones realizadas en la DANA De Córdoba a Líbano Durante el acto también se ha condecorado a 13 militares que han desarrollado su trabajo en Líbano. Hay que recordar que el personal de la Brigada Guzmán el Bueno X lideró la Brigada Multinacional Este en el marco de la misión Unifil, desde noviembre de 2024 al pasado mes de mayo, aportando en torno a 600 hombres y mujeres. Por lo tanto, durante parte de ese periodo de tiempo, el despliegue de la brigada fue doble, en Valencia y en Líbano, evidenciando que los militares españoles están donde se les necesita. Necesidades que, en este caso, van desde la formación a militares de las Fuerzas Armadas libanesas, asistencia sanitaria o reconstrucción de las comunicaciones. La ministra de Defensa, Margarita Robles, entrega las condecoraciones por la operación Libre Hidalgo y por las acciones realizadas en la DANA