El maquinista del tren implicado en el accidente mortal en Talavera señala que el conductor del turismo realizó dos paradas previas al impacto

El trágico accidente ferroviario que se cobró la vida de un conductor de 60 años el pasado viernes 5 de septiembre en un paso a nivel sin barrera de la línea Madrid-Badajoz, a la altura del término municipal de Talavera de la Reina (Toledo), se podía haber evitado. El turismo en el que viajaba la víctima fue arrollado por un tren que circulaba a gran velocidad en torno a las seis de la tarde. Pese a la rápida intervención de los servicios de emergencia, el hombre falleció en el lugar del siniestro. El conductor, identificado como Crescencio, regresaba a casa tras su jornada laboral. Su hijo, Alberto, ha relatado en declaraciones a COPE que se trata de un caso de accidente laboral in itinere, al producirse durante el trayecto de regreso al domicilio. La familia, sin embargo, quiere ir más allá y denuncia la falta de medidas de seguridad en el paso a nivel donde se produjo la colisión. Un cruce sin barreras ni semáforos El lugar del accidente carece de sistemas de protección activos. Solo cuenta con una señal de advertencia y la tradicional cruz de San Andrés que indica la proximidad de las vías. “Lo único que tiene es una señal de STOP, nada más”, explica Alberto, quien días después volvió al punto del siniestro para depositar flores en memoria de su padre. Según el testimonio familiar, la visibilidad en el cruce es reducida y el tren apenas resulta perceptible hasta instantes antes de alcanzarlo. “Prácticamente no lo ves hasta que lo tienes encima. Pensábamos que un tren siempre hacía ruido, pero no se oye hasta el último momento”, señala el hijo del fallecido. Las primeras investigaciones apuntan a que Crescencio habría realizado un alto previo y, al no ver con claridad, habría avanzado unos metros para comprobar la vía, momento en que el tren impactó contra la parte delantera del vehículo. El papel del maquinista y la velocidad del convoy De acuerdo con las diligencias iniciales de la Guardia Civil, el maquinista del tren declaró que el vehículo se detuvo y posteriormente avanzó levemente, invadiendo, no las vías pero sí el espacio del convoy, lo que habría provocado la colisión. La locomotora circulaba a unos 155 kilómetros por hora y, según los registros, el conductor ferroviario activó el silbato de advertencia. No obstante, la familia sostiene que no todos los trenes emiten la señal acústica al pasar por la zona. “Cuando estábamos allí recogiendo sus pertenencias pasó otro convoy y no pitó. A esa velocidad, en cuestión de segundos lo tienes encima”, describe Alberto. Un accidente evitable Los allegados del fallecido insisten en que el siniestro podría haberse evitado con la instalación de una barrera, un semáforo o cualquier elemento que obligase a los vehículos a detenerse por la llegada del tren. “El golpe fue en la parte delantera porque solo metió el morro del coche. Con una señalización más clara no habría ocurrido”, asegura la familia. Además, los compañeros de trabajo de Crescencio confirmaron que utilizan ese mismo paso a nivel a diario y que la visibilidad siempre resulta deficiente. Según apuntan, es probable que la víctima nunca se hubiese cruzado con un tren en ese lugar, lo que podría haber contribuido al error. Reacciones y próximos pasos Tras el accidente, la familia ha contactado con el servicio de atención de Adif para afectados. Están a la espera de recibir las diligencias oficiales. “De momento estamos un poco perdidos, pero queremos que no vuelva a suceder”, afirma Alberto. Los allegados descartan reclamar compensaciones económicas y centran sus demandas en la mejora de la seguridad. “El dinero no nos va a devolver a nuestro padre, pero sí pedimos que se instalen medidas para que otra familia no pase por lo mismo”, añaden. Seguridad pendiente en la red ferroviaria En España aún existen pasos a nivel sin barreras en varias líneas secundarias, una circunstancia que provoca periódicamente accidentes graves. Organizaciones de usuarios y asociaciones vecinales llevan años reclamando inversiones para suprimirlos o dotarlos de mecanismos automáticos de protección. Este último accidente en Talavera de la Reina vuelve a poner el foco en una cuestión pendiente de resolver: la necesidad de reforzar la seguridad en cruces ferroviarios que, pese al avance tecnológico y las recomendaciones de la Unión Europea, siguen funcionando únicamente con señalización pasiva.