De residuo tóxico a herramienta climática: así funciona el material que convierte plásticos en captadores de CO₂

Un grupo de químicos de la Universidad de Copenhague logró transformar el plástico PET, uno de los más problemáticos del planeta, en un material capaz de absorber dióxido de carbono. Llamado BAETA, no solo reduce la contaminación plástica, sino que también abre una vía para frenar el calentamiento global.