Este viernes han sido condecorados en la base militar de Cerro Muriano cerca de 70 efectivos de la Brigada 'Guzmán el Bueno' por su trabajo en la Dana de Valencia. Tres de ellos, que participaron en las labores de rescate, han puesto voz a la dureza de aquellos días , marcados por el desbordamiento de ríos, el rescate de vecinos atrapados y la coordinación con los servicios de emergencia civiles. Han relatado cómo vivieron en primera línea la catástrofe que azotó a la región en octubre de 2024. El teniente coronel Julio Álvarez de Sotomayor ha explicado que «las principales misiones que ejecutamos fueron de limpieza y búsqueda de fallecidos». Además, ha confesado que las imágenes «se quedan grabadas en nuestra memoria, fueron días duros». «Cuando estás allí te centras en sacar tu trabajo, pero cuando vuelves a casa empiezas a interiorizar todo lo que has vivido allí», ha añadido. Además, ha confesado que «es de los episodios más duros que hemos vivido en territorio nacional». Episodios que no olvidarán fácilmente como cuando «encuentras un fallecido, ese momento en el que encuentras los cuerpos. Esos momentos son los más difíciles ». El teniente coronel ha destacado que nuestra principal misión es el servicio a España, donde vamos, ahí ejecutamos, con disciplina». Otra de las misiones que ha resaltado es la de «búsqueda de apoyos a la población civil, preguntar cómo estaban o si necesitaban algo». A pesar de la dureza, el militar ha reconocido que «es gratificante cuando ves a personas que lo han perdido todo y te dan su agradecimiento. Alguien que está mucho peor que tú y aun así te brinda su reconocimiento ». Por su parte, el sargento Diego González Carrasco, ha confesado que «nuestra primera función allí era ayudar a la gente con la limpieza y habilitar caminos todavía llenos de fango. También ayudamos a las distintas oenegés para facilitar comida a las personas afectadas». Sin olvidar, «la limpieza de sótanos y garajes que estaban todavía inundados». Una tarea complicada para el sargento como la de atender a todas las personas que solicitaban ayuda y comida. Por último, el cabo José Carlos Hermosilla Toledano ha apuntado además que esos días en Valencia, «teníamos el horario de sueño más restringido , pero gracias a los ejercicios que hacemos durante todo el año en la base, estamos más que preparados». Para él, las expectativas se superaron porque al principio todo era caos».