Madrid recupera los Jardines de Sabatini, «la mejor postal del Palacio Real»

Las esculturas de los Jardines de Sabatini no solo han recuperado su antiguo brillo, sino que ahora además disfrutan de un entorno a su altura. Tras casi un año de obras, el Ayuntamiento reabrió ayer esta zona verde, «una de las mejores vistas del Palacio Real», destacó el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, en la que prácticamente no se había intervenido en los últimos treinta años. El paso del tiempo había provocado hundimientos en las escaleras y deterioro en las esculturas y zonas pavimentadas . Además, había continuos encharcamientos y problemas de drenaje, un alumbrado obsoleto, itinerarios que no cumplían las normas básicas de accesibilidad y una vegetación mermada por el paso de Filomena.   Para resolver estos problemas y devolver a su antiguo esplendor «uno de los espacios patrimoniales más emblemáticos de la ciudad», destacó el alcalde, que visitó el espacio junto a Paloma García Romero, delegada de Obras y Equipamiento y el concejal de Centro, Carlos Segura, han rehabilitado las retratadas estatuas y sus pedestales, han recuperado las viejas fuentes y el gran estanque central y han reparado definitivamente el ascensor que conecta este jardín con la cuesta de San Vicente. La intervención ha supuesto también la ejecución de un nuevo sistema de drenaje que evite la acumulación de aguas de escorrentía debidas a las lluvias. Tras ello, se han renovado los pavimentos, bordillos y bancos y se ha instalado el nuevo alumbrado. Asimismo, se ha mejorado la accesibilidad y se han eliminado las barreras arquitectónicas existentes, a lo que hay que sumar la mejora de la jardinería, incorporando 62 nuevos árboles y 6.800 arbustos. Los trabajos de los Jardines de Sabatini, en los que se han invertido unos siete millones de euros, se han realizado de la forma menos invasiva posible, al tratarse de un bien de alta protección patrimonial. De hecho, apuntan desde el área, el desarrollo de las obras y los propios plazos de ejecución se han visto condicionados por un intenso control arqueológico y las correspondientes directrices de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid. «Esto es transformación de ciudad, esto es transformación de espacio público, esto es mejora de las condiciones ambientales y de las zonas verdes que tenemos en la ciudad de Madrid», presumió Almeida, que invitó a las portavoces de la oposición, Reyes Maroto (PSOE) y Rita Maestre (Más Madrid), a los jardines para que, cuando quieran hablar de «plazas duras», puedan ver el trabajo desarrollado en este lugar. Las actuaciones también han supuesto la rehabilitación de dos espacios ya existentes pero en desuso. El primero de ellos, de 30 metros cuadrados y olvidado, se ha acondicionado como almacén de jardinería. Al segundo, de 70 metros cuadrados, que era una zona de descanso para los cuidadores del parque, se le ha añadido un comedor y vestuarios equipados con servicios, taquillas y duchas. La rehabilitación de los Jardines de Sabatini ha formado parte de un proyecto que incluía también la adaptación de las calles de San Quintín y Marina Española para a su nuevo uso peatonal tras la reforma de la calle de Bailén y, por otra parte, el ajuste de los encaminamientos podotáctiles del espacio central de la plaza de España para mejorar la accesibilidad en todo el ámbito.