Todos los años, desde hace más de treinta (diez en el diario Sur y veintiuno en La Opinión) dedico un artículo al comienzo del nuevo curso escolar para dar la bienvenida a ese extraordinario acontecimiento. Y desde hace casi diez años doy esa bienvenida desde mi condición de jubilado. Lo cual conlleva una curiosa mezcla de sensaciones.