Huevos, beicon, salchichas y alubias: así se compone el icónico desayuno británico que no deja indiferente a nadie ¿Qué debe tener un desayuno completo y saludable? Que el desayuno sea la comida más importante del día es algo que en Gran Bretaña tienen muy presente. Y no hablamos de un café rápido con tostada, sino de un desayuno inglés que se acerca más a un festín que a una primera comida. Para algunos, es una bomba calórica; para otros, una delicia que hay que probar sí o sí. Aunque Inglaterra no aspire al título de mejor gastronomía del mundo ni a la más saludable, una cosa está clara: ningún viaje a este país estaría completo sin degustar un auténtico full English breakfast . Orígenes e historia del desayuno inglés El desayuno típico inglés puede reunir una decena de ingredientes, pero antes de enumerarlos conviene conocer su historia. Sus raíces se remontan a la clase social de los “gentry” , terratenientes y nobles que en la Edad Media celebraban cacerías y necesitaban un desayuno contundente para empezar el día. Otros estudios sitúan su origen en el siglo XIX, cuando la Revolución Industrial popularizó la comida abundante entre los obreros que tenían jornadas interminables. Con el tiempo, este desayuno se extendió a toda la sociedad y se consolidó como un emblema de la gastronomía británica. Hoy, aunque no se consuma a diario, sigue siendo un plato icónico que todos los visitantes quieren probar al menos una vez. Y, aunque muchos se resistan a no cambiar las tradiciones, hay quienes arriesgan por cambiar los guiones e innovar: Qué lleva el “full English breakfast” El desayuno inglés completo es, como su nombre indica, un plato muy consistente. Entre los ingredientes que nunca faltan encontramos: Huevos , ya sean fritos o revueltos. Beicon o panceta , crujiente y dorada. Salchichas , generalmente de cerdo. Tomates a la plancha y, en algunos casos, otras verduras fritas. Alubias en salsa , un elemento polémico que divide opiniones. Champiñones y black pudding , similar a la morcilla. Pan , que acompaña y sirve para absorber todos los sabores del plato. Cada ración puede superar las 800 calorías y llegar hasta las 1.200, por lo que no es un desayuno para todos los días. Sin embargo, su experiencia es más que gastronómica: es un ritual británico que combina tradición, historia y un toque de extravagancia culinaria. Disfrutar de un full English breakfast es descubrir por qué en Gran Bretaña se toman tan en serio la primera comida del día. No solo alimenta el cuerpo, también sirve para sumergirse en la cultura británica y entender un poco mejor su manera de vivir.