Recupera tu brillo: La fórmula natural de centella y vitamina C que transforma tu piel

El sol veraniego deja huella en tu piel, causándole deshidratación, daños y arrugas. Según la experta en medicina natural Carlota Olaizola, la combinación de centella asiática y vitamina C es una solución potente para reparar y rejuvenecer. “La piel ha sufrido una exposición solar que aumenta los radicales libres y reduce el colágeno, lo que provoca arrugas visibles”, explica Olaizola. La centella asiática, conocida como “gotu kola” en Asia, es un pilar en el cuidado natural de la piel. Famosa por sus propiedades cicatrizantes, esta planta promueve la formación de nuevas células cutáneas. “La centella asiática estimula los fibroblastos, que producen colágeno tipo I y III, y previene su degradación por los rayos UV”, afirma Olaizola. Sus compuestos activos, como el ácido asiático, ofrecen beneficios antioxidantes y antiinflamatorios, ideales para combatir el fotoenvejecimiento. La vitamina C es un héroe conocido en el cuidado de la piel, actuando como cofactor en la síntesis de colágeno. “Neutraliza los radicales libres, protege contra el daño UV y proporciona los ladrillos bioquímicos para producir colágeno de calidad”, señala Olaizola. Ya sea en sérums tópicos o en suplementos orales, la vitamina C mejora la luminosidad, reduce la pigmentación y favorece la elasticidad, según numerosos estudios clínicos. La sinergia entre la centella asiática y la vitamina C las convierte en un “matrimonio ideal” para la salud de la piel. Olaizola destaca: “La centella aporta la maquinaria celular, mientras que la vitamina C suministra los materiales para formar colágeno”. Este dúo dinámico se usa en cosmética avanzada, desde sérums y ampollas hasta tratamientos en cabina, garantizando una curación más rápida y un brillo juvenil. Los suplementos orales, como 1 g de centella asiática y 500 mg de vitamina C liposomal al día, también son muy efectivos. Estudios clínicos respaldan la eficacia de esta combinación. Investigaciones, como las de Kim et al., demuestran que la centella asiática reduce el daño por rayos UVB y aumenta las fibras de colágeno, mientras que los sérums de vitamina C mejoran la hidratación y la densidad dérmica. “La evidencia es clara: estos ingredientes reducen arrugas, mejoran la elasticidad y promueven la cicatrización”, asegura Olaizola. Ya sea por vía tópica u oral, este dúo es seguro, bien probado y transformador. Desde sérums de vitamina C por la mañana para un efecto radiante hasta ampollas de centella asiática por la noche para regenerar, estos ingredientes se integran fácilmente en las rutinas de cuidado. También se usan en tratamientos post-cabina para acelerar la curación tras procedimientos como peelings. Para beneficios integrales, Olaizola recomienda suplementos orales: “Funcionan desde dentro hacia fuera, apoyando no solo la piel, sino todo el cuerpo”.