En la Administración de Lotería de Fernando, en el centro de Madrid, el taco de boletos inmaculados de la Quiniela sobresale por encima del resto de juegos de azar. Es anecdótico, dice, porque los ha colocado ahí horas antes un poco al tuntún, no implica que los de la Primitiva o la Bonoloto se hayan gastado antes, pero la conclusión que sugiere sí es acertada: "Cada vez juega menos gente".