Si tienes el carné de conducir, da igual en qué lugar o a qué edad lo sacaste, seguro que recuerdas que fue uno de los momentos en los que más nervios sentiste. Y no es para menos, ya que durante unos treinta minutos (si no es más) debes poner en práctica todo lo que aprendiste durante tus clases, hayan sido muchas o pocas. También sabrás que ese instante genera una enorme tensión, ya que llegas a él tras haber superado varias pruebas previas y esta es la definitiva. En otras palabras, si apruebas el examen práctico, conseguirás oficialmente tu licencia para conducir y serás conductor. Por eso, probablemente esa sea la prueba que más ansiedad provoca: la parte práctica. Y siendo sinceros, es también donde es más fácil cometer errores, porque sí, te pones nervioso. De hecho, si acumulas varias faltas leves, podrías terminar suspendiendo. Para que te hagas una idea, solo el 27% de los aspirantes en España aprueban el examen práctico en su primer intento. Lo habitual es lograrlo después de al menos dos oportunidades. Así que, si te encuentras en ese punto, no te agobies. Tendrás más oportunidades para conseguirlo. Eso sí, conviene que estés muy atento a los fallos que sueles cometer en tus prácticas, ya que es muy probable que se repitan el día del examen. Es probable que tu profesor o compañeros de la autoescuela ya te hayan advertido sobre los errores más comunes que solemos cometer y que pueden costarte el aprobado. Algunos ejemplos son olvidarte de usar los intermitentes, que el coche se te cale, o no realizar las comprobaciones necesarias antes de comenzar la marcha. Uno de los errores más comunes que se cometen en el examen de conducir es el de aparcar. Y sí, esta maniobra siempre está requerida en cualquier prueba. Por supuesto, se trata de aparcar dando marcha atrás. Si has hecho ya el examen, o al menos lo has practicado, sabrás que tendrás dos tipos de aparcamiento, y nunca vas a saber cuál te toca en el examen: o en batería, o en línea. Y puede que parezca una maniobra sencilla pero, la verdad, no lo es. De hecho, los profesores de autoescuela suelen darte ciertas referencias para que puedas aparcar correctamente. Porque sí, a veces no lo colocas bien y, en otras ocasiones, te chocas con el coche de delante o con el de detrás. Sin embargo, puede que lo hayas estado haciendo mal todo el tiempo, porque un profesor de autoescuela de Madrid ha revelado el truco definitivo. Sí, hay que tener referencias, pero no es siempre así. Puedes hacerlo sin referencias. Como explicaba, hay que girar el coche, marcha atrás, unos 45 grados, de ahí dar marcha atrás con el volante enderezado hasta tocar el bordillo. Y una vez en esa posición, es todo más fácil de lo que imaginas: girar a la derecha o izquierda (según la posición) y enderezar. ¡Mucho más fácil de lo que crees y en unos minutos! Sin embargo, como te contábamos antes, es uno de esos momentos en los que más nervioso te pones y, lo que en las clases prácticas hacías perfectamente, a la hora de hacer el examen, se convierte en un fallo. Y si no, que se lo digan a esta oyente de 'La Tarde'. Ella contaba que su primer intento en el examen de conducir no salió para nada como ella esperaba. “Yo recuerdo mi carnet de conducir súper tranquila, aprobé el teórico, del teórico, pasabas a las prácticas y luego ya a la calle” comenzaba contando. En el examen práctico, sin embargo, cometió una falta que podría haberse quedado ahí si no fuera por lo que decidió soltar a continuación: pisó con la rueda trasera un pequeño trozo de la línea continua. Nerviosa por la indicación de su examinador, quiso alegar, lo que terminó siendo peor y terminó en un suspenso. “Y claro, yo no pude callarme y le dije, mire, usted tendrá ojos delante, pero detrás me extraña. Y yo creo que por eso me suspendió. Pero bueno, a la segunda vez ya me traje a la calle y todo estupendo y fenomenal”. Si estás a las puertas de sacarte el carné y el examinador que te toca no es el más amigable, mejor será callarte ante posibles suspensos.