El Festival EnClave de Calle de Burgos ya ha llenado el centro histórico de la ciudad con espectáculos de teatro, danza, música, circo y humor. Se ha tratado de un encuentro gratuito y familiar que está convirtiendo plazas y calles en un gran escenario al aire libre, con propuestas para todos los públicos. La programación se prolongará hasta el domingo en espacios céntricos como el paseo Marceliano Santamaría, la plaza de la Libertad, donde se ha colocado la plaza de los Ingenios para los más pequeños; los Cuatro Reyes del Espolón o el Paseo de la Isla. A las puertas del Fórum Evolución, en el Paseo Sierra de Atapuerca, se ha levantado una monumental “Catedral de Burgos de cartón” de unos 25 metros de altura. La directora artística del proyecto, Cristina Izquierdo, ha ofrecido en COPE todos los detalles de esta impresionante construcción. El programa, además, hace un guiño al patrimonio burgalés, con el Camino de Santiago, los Yacimientos de Atapuerca y la propia Catedral, considerados Patrimonio de la Humanidad, como telón de fondo. Todo ello, con el objetivo de convertir a Burgos en Capital Europea de la Cultura en 2031. Las dos torres de una espectacular réplica de la catedral de Burgos, que ha alcanzado los 22 metros de altura, se han alzado a las puertas del Fórum Evolución. Esta iniciativa se ha enmarcado dentro del festival Enclave de Calle, que se celebrará hasta el 14 de septiembre, y está unida al Festival Internacional de Mujeres Creadoras, donde en Covarrubias se ha construido un puente también de cartón. Este proyecto es una de las acciones clave para convertir a Burgos en Capital Europea de la Cultura en 2031, buscando la cohesión no solo en la ciudad, sino en toda la provincia. “Uno de los ejes que se planteó para Burgos Capital 2031 es la ciudad extendida”, ha explicado Izquierdo. “La capital no es nada sin los pueblos y los pueblos sin la capital. En efecto, somos parte de lo mismo y no podemos mirarnos cada uno a lo nuestro, sino unir el territorio con acciones culturales, no solamente eso, sino con acciones sociales, económicas y de desarrollo conjunto”, ha señalado. Cristina Izquierdo, que también es arquitecta, ha destacado la complejidad del montaje. El proyecto pertenece al artista plástico Olivier Grossetête, un referente en la creación de monumentos participativos de cartón en ciudades que han sido capitales europeas de la cultura. “Esto requiere mucho diseño, mucha técnica y, sobre todo, planificación”, ha afirmado Izquierdo, revelando que el proceso de diseño ha llevado casi un año. La construcción, que se ha completado en apenas unas horas, ha sido posible gracias a la colaboración ciudadana. “Llevamos ya una semana trabajando mañana y tarde, sobre todo con la colaboración de la Federación de Peñas, que ha estado en su 50 aniversario participando en esta construcción colaborativa. Entonces, imagínate, ya llevamos 1.850 cartones, 1.850 cajas que transformar para dar la forma gótica de la fachada”, ha detallado la directora artística. La figura clave detrás de la idea es Olivier Grossetête, un artista francés de Marsella que inició los proyectos colaborativos de cartón hace más de 20 años y ha realizado ya 300 obras. Según Izquierdo, “lo que nunca había hecho es algo que enlazase tanto con el territorio, que uniese lazos, que tienda puentes como lo que hemos hecho en Covarrubias, con el medio rural y la capital, en un proyecto que va mucho más allá”. En total, más de 200 personas se han turnado en talleres de un centenar de participantes cada día para dar vida a la catedral de cartón. El material ha sido proporcionado por la empresa Smurfit Kappa, en una unión clave entre cultura e industria local. Cristina Izquierdo ha sido la cabeza visible de este proyecto, recibiendo la enhorabuena de la ciudad.