El nombre de Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, está en el centro de la polémica tras la decisión del Tribunal Supremo de abrir juicio oral contra él. El caso, vinculado a la filtración de datos del novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, sacude la credibilidad de la Fiscalía en un momento delicado. En este contexto, La Mañana del Fin de Semana de COPE, con Fernando de Haro al frente, ha contado con un testimonio clave: el del exfiscal del Supremo, Salvador Viada, que ha analizado sin rodeos la situación y ha lanzado un mensaje contundente sobre la necesidad de dimisión. En conversación con Fernando de Haro, Viada lo dice con claridad: "Es evidente desde mi punto de vista que sí hay razones de tipo objetivo para pedir la dimisión de García Ortiz". El exfiscal considera que, al mantenerse en el cargo pese a estar sentado en el banquillo, el fiscal general demuestra “ningún agradecimiento ni deberes con el cargo”. Para Viada, se trata de una cuestión de ética institucional: quien ostenta una responsabilidad de este nivel no puede aferrarse al puesto cuando la justicia le señala. Durante la entrevista en COPE, Fernando de Haro recuerda que Viada ha acusado en otras ocasiones a García Ortiz de obstaculizar la labor judicial. El exfiscal lo confirma: “Es una evidencia. Cuando apareció el famoso comunicado sobre el caso del novio de Ayuso, nos dimos cuenta de que lesionaba el derecho de defensa y la presunción de inocencia”. Según Viada, desde ese momento la Fiscalía General del Estado adoptó una actitud defensiva: “Lo que hace la Fiscalía es intentar disuadir a los fiscales de investigar. Cuando no lo consiguen, les quitan el asunto y se lo dan a otro fiscal, que ya considera que no es delictivo”. Para el exfiscal, este comportamiento es un claro ejemplo de obstrucción. En La Mañana del Fin de Semana, Viada relata un episodio que, en sus palabras, le causó "mucha sorpresa". Cuenta que vio al fiscal general y a su número dos revisando juntos un teléfono móvil relacionado con la investigación: “Un fiscal del caso no debe estar con el investigado revisando pruebas sin la presencia de un abogado. Eso es un indicio de exceso de relación y falta de profesionalidad”. Aunque Viada evita hablar directamente de destrucción de pruebas, insiste en que existen hechos que despiertan serias dudas sobre la forma en la que García Ortiz ha actuado. La contundencia del exfiscal es total. “Si a mí me toca este asunto como fiscal, yo acuso”, afirma sin titubeos ante Fernando de Haro. Y añade: “Yo creo que hay pruebas, no solo indicios. Muchos fiscales en España hubieran investigado y seguido adelante”. Viada recuerda que en la práctica judicial es frecuente condenar por una acumulación de indicios sólidos, y asegura que en este caso se dan elementos suficientes para seguir adelante. El problema, según Viada, no es solo jurídico, sino institucional. “El daño que se causa a la institución deriva de que un fiscal general del Estado aparezca como parte del gobierno. Eso resta credibilidad a la justicia”. El exfiscal alerta de que la imagen de parcialidad afecta directamente a la confianza de los ciudadanos: “Si el presidente del Gobierno dice que los jueces hacen política, ¿por qué la gente no va a pensar lo mismo de sus propios casos?”. La conversación en La Mañana del Fin de Semana de COPE deja claro que el escándalo no ha hecho más que empezar. Con un juicio oral en marcha y voces tan autorizadas como la de Salvador Viada reclamando la dimisión, la presión sobre Álvaro García Ortiz es cada vez mayor.