León XIV ha respaldado que Lampedusa, símbolo del drama migratorio en el Mediterráneo, sea declarada Patrimonio Inmaterial de la UNESCO como 'isla de acogida', después de que el territorio italiano haya presentado oficialmente su candidatura. En un mensaje de vídeo, el Papa ha animado a los impulsores de esta candidatura a proseguir con la acogida de los migrantes como "un baluarte de humanidad" y contra la "globalización de la impotencia". "La posición geográfica de Lampedusa y Linosa desde siempre os ha convertido en una puerta de Europa. En las últimas décadas esto ha implicado a vuestra comunidad un enorme esfuerzo para la acogida", expresa el Pontífice en su mensaje en vídeo. León XIV hizo alusión también al Papa Francisco, recordando que su primer viaje como Santo Padre fue precisamente a Lampedusa, y reconoce la labor de asociaciones, voluntarios, políticos, sacerdotes, médicos y agentes del orden que ayudan a los inmigrantes que llegan del mar. "Sois un baluarte de esa humanidad que las razones a gritos, los miedos atávicos y las medidas injustas tienden a quebrantar. No hay justicia sin compasión, no hay legitimidad sin escuchar el dolor ajeno", reivindica León XIV. Asimismo, León XIV ha lamentado las pérdidas de vidas humanas en los viajes de pateras cargadas de inmigrantes por el Mediterráneo. "Muchas víctimas, y ¡entre ellas cuántas madres, cuántos niños!, desde las profundidades de nuestro mar gritan no solo al cielo, sino a nuestros corazones. Muchos hermanos y hermanas migrantes han sido sepultados en Lampedusa, y descansan en la tierra como semillas de las que quiere brotar un mundo nuevo", ha recordado. El Pontífice ha expresado su deseo de que los habitantes de Lampedusa sigan acogiendo a los inmigrantes que llegan, a pesar de que "con el pasar de los años puede llegar el cansancio". En este sentido, el Papa se cuestionaba qué podemos hacer ante el drama migratorio, denunciando que “la globalización de la impotencia es hija de una mentira: que la historia siempre ha sido así, que la historia la escriben los vencedores. Entonces parece que nosotros no podemos hacer nada". Frente a esta teoría, el Pontífice considera que esto "no es así", ya que "la historia es devastada por los prepotentes, pero es salvada por los humildes, por los justos, por los mártires, en quienes brilla el bien y la auténtica humanidad resiste y se renueva". El Papa ha recalcado que "el mal se transmite de una generación a otra" pero también lo hace el bien, por lo que llamó al mundo actual a "reparar lo que está roto" y ejercer la empatía. "Hay que reparar lo que está roto, tratar con delicadeza las memorias que sangran, acercarnos unos a otros con paciencia, ponernos en el lugar de la historia y del dolor ajeno, reconocer que tenemos los mismos sueños, las mismas esperanzas. No existen enemigos: solo existen hermanos y hermanas", ha apelado. Por último, León XIV ha expresado su voluntad de viajar "pronto" a Lampedusa. "Hoy os saludo a distancia, pero espero que pronto físicamente, en persona", ha puntualizado.