Alan Peiró, adiestrador canino: “Para ganarse la confianza de un perro, la mano debe ir siempre hacia abajo”

Saludar a un perro parece un gesto sencillo, pero hacerlo de manera inadecuada puede generar miedo, estrés e incluso una reacción defensiva. El adiestrador canino Alan Peiró lo resume de forma clara: “No todos los perros quieren que los acaricies, y mucho menos que les pongas la mano directamente sobre la cabeza”.