La reducción de la jornada laboral, propuesta para transitar de las actuales 40 horas semanales a 37,5, ha monopolizado buena parte de la conversación pública y política en España. Lo que inicialmente se planteó como una medida para modernizar el mercado de trabajo y mejorar la calidad de vida de los empleados, se ha transformado rápidamente en un campo de batalla dialéctico, con voces a favor y en contra resonando en todos los rincones. En este efervescente contexto, la intervención de figuras públicas de diversos ámbitos ha añadido capas de complejidad y nuevas perspectivas al diálogo nacional. El último en sumarse a este debate, y no de forma discreta, ha sido el aclamado chef José Andrés, cuya opinión, vertida en redes sociales, ha generado un significativo impacto y ha puesto sobre la mesa cuestiones fundamentales para el futuro económico y social del país.