La inteligencia artificial, que no hace mucho era una idea abstracta más cercana a la ciencia ficción que a la realidad, ya es parte del día a día de millones de personas, tanto en el ámbito privado como en la esfera pública. Una transformación a la que la educación no es ajena. Y lejos de lo que pueda parecer, no son solo los alumnos los que emplean estas herramientas para amenizar sus tareas o ganar tiempo. Basta con una rápida búsqueda en internet para localizar múltiples guías y programas de IA enfocados al ámbito docente, que evalúan trabajos, hacen cuestionarios de exámenes e incluso ponen nota. Un uso que abre la puerta a tantas posibilidades como problemáticas, generando un debate no solo legal, sino también moral en el ámbito educativo. Precisamente este es el aspecto en el que la Xunta ha querido adelantarse, impulsando el uso de estas herramientas en la educación pública gallega de forma reglada.