La crisis social y la incertidumbre económica se han adueñado de Francia desde que el presidente Emmanuel Macron decidió convocar elecciones legislativas en junio del año pasado a raíz de la victoria cosechada por la extrema derecha de Marine Le Pen en las elecciones europeas celebradas aquel mismo mes. Si hasta entonces, no sin dificultad, el cordón sanitario para aislar a la Agrupación Nacional permitió armar gobiernos razonablemente estables, la fragmentación de la Asamblea Nacional salida de las urnas en julio de 2024 ha derivado en una sucesión de gobiernos en minoría de vida breve cuyo último episodio es el nombramiento de Sébastien Lecornu para suceder a François Bayrou.