Regular el amor en el despacho del jefe

Nestlé ha vuelto a reabrir el eterno debate sobre los vínculos afectivos en las cúpulas de las empresas, tras el despido fulminante de su consejero delegado, Lauren Freixe. Este mantenía una relación amorosa secreta con una subordinada directa. El conflicto no surgió por el vínculo afectivo en sí, sino por el silencio y, peor todavía, por el trato de favor que dio a su pareja. Freixe ocultó deliberadamente el romance e incumplió un código de conducta. Hicieron falta dos investigaciones, una interna y otra externa supervisada por Pablo Isla, para confirmar los hechos.